Municipios responden ante la emergencia: Más de 30 familias evacuadas por la furia del río Uruguay


La tranquila localidad de El Soberbio se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta mientras enfrenta una situación de emergencia provocada por la crecida del río Uruguay. Las intensas lluvias en Brasil han desencadenado una inundación que ha obligado a más de 30 familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

Este desastre natural, apenas seis meses después de la última crecida en noviembre del año anterior, ha sumido a la región en una crisis humanitaria. Los barrios más afectados, como Chivilcoy y Unión, han sido golpeados por el desborde del arroyo y la rápida inundación de las viviendas.

El Comité de Crisis de El Soberbio ha estado en alerta máxima, anticipando la magnitud del desastre y coordinando los esfuerzos de evacuación. Anoche se esperaba que el río alcanzara los 17 metros, lo que indica una situación crítica. Con las lluvias persistiendo en Brasil, se teme que esta sea una de las peores catástrofes naturales en la historia del país vecino.

Las imágenes de vecinos atando sus casas con cuerdas a los árboles para evitar que sean arrastradas por el agua son desgarradoras. La desesperación se ha apoderado de la comunidad mientras luchan contra la fuerza implacable de la naturaleza.

La evacuación de las familias afectadas ha sido una operación de rescate ardua y continua. El intendente Roque Soboczinski ha estado en el frente de esta batalla, supervisando personalmente los esfuerzos para trasladar a los evacuados a refugios temporales, incluyendo salones de iglesias y casas de familiares.

Los relatos de aquellos que han sido desplazados revelan el sufrimiento y la incertidumbre que enfrentan. Residentes del barrio Unión, comparten su dolor al ver cómo el agua amenaza con destruir lo que tanto les costó construir.

Mientras tanto, municipios vecinos como Alba Posse y San Javier también han sido afectados por la crecida del río Uruguay, sumando más familias evacuadas y aumentando la presión sobre los recursos locales.

En medio de la tragedia, la solidaridad entre vecinos brilla con fuerza. Los municipios proporcionan refugio y asistencia a aquellos que han sido desplazados por el desastre. A medida que la situación evoluciona, la comunidad se une para hacer frente a los desafíos que se avecinan, demostrando una vez más su resiliencia y espíritu de unidad frente a la adversidad. Con información de El Territorio  y portada de Marcelo Rodríguez