Mujer, que grande es tu fe


Aquella noche me encontraba sentada sobre una roca, contemplando el mar. La calidez de la luna se desbordó en generosidad para iluminar el ambiente y hacer del vasto océano el amigo más amable del mundo. Sólo alcancé a incorporar los pies y en una grata experiencia, sentí un abrazo al alma. 

Me detuve un rato a meditar, evocando a las mujeres del Evangelio.

Y te cuento, querido lector, que la experiencia fue sensacional. 

Aquella mujer de Samaria me hizo partícipe de su diálogo. 

No hablé, ella habló por mí y con ciertos aires de incredulidad, nos dejamos interpelar por aquella pedagogía propia de nuestro buen Jesús. “Yo soy, el que habla contigo.

Había amistad y paternidad.

Aquella mujer Cananea pudo contagiarme de una fe tan grande que ni las olas, ni el miedo, ni la noche ni el desprecio vivido lograban intimidarnos, más bien se oyó, a lo lejos un eco firme: “Mujer, que grande es tu Fe, que se cumpla lo que deseas”.

Aquella mujer testigo de la resurrección, María Magdalena, se detuvo también, junto al mar, y conforme bailaba la ola, pudimos compartir la alegría de habernos encontrado con el Él. Y en un abrazo firme, dijimos: ¡Hemos visto al Señor!

Caminamos juntas, intentando anunciar a los cuatro vientos lo que habíamos vivido, pero no nos creyeron.

Nos despidió la aurora, hasta la eternidad.

Mujer, que grande es tu Fe.

 

Isabella Orellana.
Católica, esposa y mamá.
Locutora certificada por la Universidad Central de Venezuela bajo el número 59214. Conductora de dos programas de radio, con producción independiente, bajo la modalidad de entrevistas. Diplomada en Comunicación Eclesial y Sagrada Escritura en la Escuela Universitaria de Teología en Mar del Plata, Argentina.
Lic. en Idiomas Modernos de la Universidad Metropolitana de Venezuela, con mención empresarial.
Conferencista. Escritora y columnista con publicaciones.
Actualmente realizando estudios de profundización en teología.