“Morir para vivir”: el mensaje de esperanza del Obispo Martínez en la Vigilia Pascual


El Sábado Santo, la comunidad cristiana se sumergió en un día de reflexión, marcado por la cercanía al sepulcro de Jesús, en ausencia de celebraciones públicas. Sin embargo, al llegar la noche, dio inicio la Vigilia Pascual, una celebración que ocurre durante la noche del Sábado de Gloria y que simboliza un período de vigilia, momento crucial en el que se conmemora la resurrección de Jesús.

En este contexto, a las 20 horas, la Iglesia Catedral “San José” de Posadas fue testigo de la celebración de la Vigilia Pascual, donde la liturgia eucarística fue presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Juan Rubén Martínez. Durante la solemne y emotiva ceremonia, el obispo Martínez guió a la comunidad cristiana en una profunda reflexión sobre el significado espiritual de la Pascua.

La homilía del prelado superior de la Diócesis de Posadas fue un llamado apasionado a vivir la fe cristiana con autenticidad y compromiso, recordando la importancia de la resurrección de Cristo como fuente de esperanza y transformación espiritual.

“Con especial gozo estamos celebrando esta santísima noche la vigilia pascual”, así inició su homilía el obispo Martínez. Durante su discurso, compartió profundas reflexiones sobre el significado de la Pascua y su relevancia para la fe cristiana.

El prelado continuó su mensaje añadiendo: “Hemos compartido este tiempo para celebrar el misterio más grande de nuestra fe, que es el misterio de la Pascua”.

En su intervención, destacó el papel crucial de la liturgia en la vivencia de la fe: “La liturgia nos capacita no solo para celebrar externamente nuestras experiencias, sino también para abrir nuestro corazón y permitir que la gracia de Dios transforme nuestras vidas desde adentro”, expresó el obispo Martínez.

Subrayando la importancia de la preparación cuaresmal, el obispo añadió: “Es fundamental dedicar varias semanas del tiempo cuaresmal para nuestra preparación gradual”. Además, enfatizó que “a medida que avanzamos en nuestro camino de fe, nos esforzamos por vivir en coherencia con lo que celebramos”.

En esta línea, indicó que “durante este proceso, buscamos despojarnos de aquellas cosas que nos alejan de Dios, reflexionando sobre nuestras acciones y aspirando a la renovación espiritual”.

Por otro lado, el obispo remarcó: “Al acercarnos a la Semana Santa, nos comprometemos a acompañar a Jesús en su camino, reflexionando sobre los eventos que condujeron a su Pasión y Muerte”, enfatizando la importancia de este período litúrgico para la comunidad cristiana.

Luego, continuó su homilía reflexionando sobre la celebración de la Vigilia Pascual: “Esto que celebramos, lo expresamos en esta vigilia pascual, con la solemnidad que podemos, celebrando esto, que la vida triunfa sobre la muerte, que lo que hace consistente nuestra esperanza es la resurrección”.

Martínez también llamó a la acción: “Desde la esperanza, tenemos la firme convicción de lo que denominamos el encuentro final con Él, al que nos referimos como escatológico”, afirmó, exhortando a los fieles a traducir su fe en compromiso activo para transformar las realidades temporales.

Al recordar los eventos de la Pasión de Cristo, el obispo subrayó el mensaje central de la resurrección: “El que murió, resucitó”, proclamó, enfatizando el triunfo de la vida sobre la muerte y la esperanza que ello brinda a los creyentes.

La liturgia nocturna abarcó varios momentos destacados, entre ellos la liturgia de la luz en medio de la oscuridad y la liturgia de la Palabra, que alcanzó su punto culminante con la proclamación de la Resurrección. Asimismo, la celebración comprendió la liturgia del agua, donde se renovaron las promesas bautismales, y la liturgia de la Eucaristía.

Para finalizar, Martínez brindó un mensaje de esperanza y gratitud, instando a los fieles a agradecer a Dios por el sentido que ha dado a sus vidas: “Tenemos que dar gracias a Dios porque tenemos el gozo de poder haber conocido el sentido de nuestra vida. Si morimos es para vivir”.

Además, dijo: “Morir para vivir, para vivir para siempre”, recordando a la congregación que la fe cristiana implica un compromiso constante con la justicia y el amor.

Las palabras del obispo Martínez durante la Vigilia Pascual resonaron profundamente en la comunidad cristiana, recordando el significado trascendental de la resurrección de Cristo y el llamado a una fe activa y comprometida. Su mensaje de esperanza y transformación inspiró a los fieles a renovar su compromiso con los valores del Evangelio y a llevar el mensaje de amor y redención al mundo.

La homilía del obispo Martínez enfatizó la importancia de la fe en tiempos de incertidumbre y llamó a la acción para construir un mundo más justo y solidario, imbuido del amor y la esperanza de la Pascua.