La primavera y el verano traen consigo uno de los regalos más generosos de la naturaleza misionera: la mora silvestre. En esta época del año, los frutos de la zarzamora (Rubus spp.) alcanzan su máximo esplendor, invitándonos a cosechar no solo un sabor agridulce inigualable, sino también una poderosa inyección de salud.
Un tesoro nutricional en un pequeño fruto
Las moras silvestres son consideradas verdaderas «superfrutas» debido a su excepcional perfil nutricional. Aportan muy pocas calorías (alrededor de 43 kcal por cada 100 gramos), lo que las convierte en una opción ideal para cualquier dieta.
Entre sus componentes más destacados se encuentran:
- Poder Antioxidante: Son una de las frutas con mayor capacidad antioxidante. Su color oscuro se debe a los antocianos, pigmentos que combaten los radicales libres y están asociados al cuidado cardiovascular.
- Ricas en Vitaminas: Son una excelente fuente de Vitamina C (esencial para el sistema inmunológico) y Vitamina K.
- Aliadas Digestivas: Con un alto contenido de fibra dietética (cerca de 5,3 gramos por 100g), las moras favorecen el tránsito intestinal.
- Minerales Esenciales: Aportan minerales como el Magnesio y el Manganeso.
De la selva a la mesa: cómo aprovecharlas al máximo
Con la producción a pleno en Misiones, es el momento perfecto para incorporar las moras a nuestras comidas. Su versatilidad permite utilizarlas tanto en preparaciones dulces como en toques agridulces para platos salados.
1. Conservas y Clásicos Dulces:
- Mermelada Misionera: La forma más popular de preservar la cosecha. Combine las moras con azúcar (o endulzante a gusto), agua y un toque de limón.
- Postres Rápidos: Úselas frescas para decorar yogures naturales, bowls de avena, helados caseros o para rellenar tartas y cheesecakes.
2. Toques Agrosalados y Gourmet:
El sabor agridulce de la mora es un excelente contraste para carnes y quesos:
- Salsas para Carnes: Una reducción de moras con vino tinto y caldo de carne crea una salsa espectacular para acompañar cerdo, pollo o lomos a la parrilla.
- Ensaladas Frescas: Aportan color y sabor a las ensaladas con hojas verdes, queso y frutos secos.
Consejo Práctico: Si tiene un excedente de cosecha, la mejor forma de conservarlas fuera de temporada es congelarlas. Simplemente extiéndalas en una bandeja para que se congelen por separado y luego guárdelas en una bolsa o recipiente hermético.