En su tradicional espacio de reflexión en Radio Tupa Mbae, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, brindó detalles sobre su participación en la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), celebrada en Pilar. Durante este encuentro, más de cien obispos de todo el país reflexionaron sobre el legado del Papa Francisco y conocieron el anuncio del nuevo pontífice, León XIV.
En su intervención de este miércoles en La Creíble FM 105.9, Mons. Martínez destacó la cercanía y el perfil pastoral del nuevo Papa, subrayando su compromiso con los más pobres y el significado profundo de su nombre. Además, compartió aspectos personales que lo llevaron a reducir su participación en actividades locales y anunció su presencia en las celebraciones de Santa Rita en Posadas. Finalmente, el obispo hizo hincapié en el Año Jubilar 2025, resaltando la esperanza activa que este representa frente a los desafíos sociales actuales.
Monseñor Martínez abrió la charla recordando los momentos significativos vividos en la Plenaria: «Debo decir que me alegra mucho estar acá con ustedes en el estudio. Bueno, por una cosa, porque vivimos días muy fuertes y me tocó la semana pasada desde el lunes al viernes estar en Pilar, en una reunión que tenemos dos veces al año todos los obispos de la Argentina, por eso se llama la Plenaria. Ahí estuvimos, empezamos el lunes con dos o tres días muy ligados al fallecimiento del Papa Francisco, entonces fue compartir con los obispos nuestra experiencia como Iglesia Argentina con el Papa».
El obispo destacó el ambiente de reflexión y oración durante esos días difíciles: «Fue muy lindo también porque fue un momento de testimonios, de oración por Francisco y ya estaba a las puertas el Cónclave. El miércoles sabíamos que no iba a pasar nada, estábamos con reuniones, y el jueves fue el día en que, al mediodía, terminábamos de almorzar y hubo fumata blanca. Comimos más rapidito, sabíamos que en una hora más o menos íbamos a enterarnos».
En el contexto del Cónclave, monseñor Martínez relató cómo los obispos siguieron el momento histórico: «En la Plenaria estábamos los obispos ahí mirando en la tribuna. No es que tirábamos nombres, pero se mencionaban algunos posibles candidatos, y salió primero en aparición el cardenal Prevost. Él había sido designado por el Papa Francisco a la Congregación de los Obispos, que es quien hace el discernimiento de los nombramientos de los obispos antes de pasarle las listas al Papa».
En cuanto al perfil del nuevo Papa, León XIV, monseñor Martínez explicó: «Era el cardenal de hace un año y medio, un hombre muy ligado a América Latina. Su vocación fue ser agustino en Estados Unidos y luego se trasladó a Perú, donde fue provincial de los agustinos. Allí desarrolló una relación estrecha con el Papa Francisco, a quien conoció cuando el Papa era Cardenal Bergoglio».
Respecto a la elección del nombre de León XIV, monseñor Martínez profundizó en su simbolismo: «El nombre tiene un trasfondo muy interesante, porque León XIII fue un Papa con un perfil profundamente social, tomando influencias de la Revolución Industrial y la pobreza que trajo consigo. Él, mediante su encíclica Rerum Novarum, dio inicio al movimiento de la Doctrina Social de la Iglesia, resaltando la importancia de la justicia social y la dignidad humana».
El obispo también reflexionó sobre la figura de León XIV y su compromiso con los más necesitados: «León XIV tiene un perfil humano y espiritual muy cercano a la gente, especialmente a los pobres. En Perú, lo veían con la gente en situación de pobreza, trabajando en el barro, mostrando una profunda solidaridad».
En su intervención, monseñor Martínez compartió un comentario que refleja el espíritu de León XIV: «Este Papa tiene un saludo de paz que refleja el mensaje de Cristo resucitado. Es un hombre que va seguir las cosas que un Papa normalmente hace pero siendo un hombre muy cercano y con una elocuencia muy simple para comunicar cosas a la gente«.
Además, el obispo de Posadas se disculpó con los periodistas, señalando los inconvenientes de comunicación durante su estadía en Pilar: «La señal ahí es pésima, mi celular no me permitía enviar mensajes de voz. Tuve dificultades, y aunque me hubiera gustado comunicarme más, no pude hacerlo debido a problemas familiares y personales».
Monseñor Martínez también adelantó su presencia en la celebración de Santa Rita en Posadas, una de las festividades más importantes de la diócesis: «Santa Rita es una mujer increíble, que luchó contra todo y por eso tiene mucha fuerza en nuestra población. Vamos a estar ahí, el domingo 18 de mayo, acompañando, con la misa principal a las 10 de la mañana, para celebrar este día tan especial».
Finalmente, monseñor Martínez reflexionó sobre el mensaje de esperanza para el Año Jubilar 2025, subrayando la importancia de una esperanza activa frente a los desafíos sociales: «Queremos tener la esperanza como una clave que nos anime, una esperanza activa que nos impulse a cambiar las injusticias sociales, como la pobreza, el deterioro humano y los problemas que afectan a tantas personas».
Aprovechando la ocasión, compartió un texto que lo había impactado profundamente, el cual le fue enviado y alude a la forma de ser del cardenal Prevost, recientemente elegido como Papa León XIV.
El obispo concluyó su reflexión con un llamado a la acción y la responsabilidad social, destacando la importancia de la solidaridad y el compromiso comunitario: «La gente necesita esperanza y, más que nunca, es necesario que nos preocupemos por los temas esenciales. Es importante que todos estemos comprometidos a mejorar nuestra sociedad y a ser responsables en nuestro entorno».