Mons. Martínez señaló que no se dan orientaciones para ver cómo se sale de la situación de la pobreza en las campañas electorales


De las visitas a los barrios de la ciudad afectados por el temporal, así como del viaje apostólico del Papa Francisco a Mongolia, dialogó esta mañana con Radio TupaMbaé Mons. Juan Rubén Martínez.

El obispo señaló algunas consecuencias del temporal de los días pasados en algunas zonas periféricas de la ciudad de Posadas. “Ayer estuve con la gente de Cáritas y el padre José María de la Vicaría San Isidro, estuvimos visitando la capilla San Juan Diego que se encuentra dentro de esta Vicaría. Nos encontramos, rezamos un rato, después recorrimos familias que han sido víctimas de este temporal terrible. Hay un lugar atrás de esa zona que le dicen ´la olla´ porque es una bajada, la gente estaba con agua hasta las rodillas hasta hace algún momento por la ubicación. Después desde la municipalidad trajeron unas máquinas y cortaron a un costado para que el agua pudiese correr hacia un lugar más bajo. Pero es muy duro porque hay familias, niños, situaciones que uno percibe difíciles. Esto se vivió en varias partes de la ciudad. Nosotros tenemos información de lugares y lugares que se multiplicaban, algo muy doloroso que de alguna manera visibiliza también la situación de precariedad de muchos asentamientos y barrios. Estas situaciones se dan”.

Indicó asimismo que en “la comunidad San Juan Diego, que costó al principio instalarse, hay un equipo de gente, el padre José María, el padre Alberto Barros que van de Cáritas, han armado una comunidad ahí. Si alguno está escuchando, les digo que me alegra mucho cómo se consolidó eso, hay Infancia Misionera, Catequesis, algunos comedores, merenderos. Pero también aterrizaron del Instituto Espíritu Santo oficios que se están dando. Ellos brindan oficios como cocina, electricidad, que aterrizan en varios barrios. Hay muchas mujeres que se anotan en albañilería, emprendedoras, peluquería, muchas cosas que sirven para poder ganarse el pan con su propia iniciativa. Creo que todo esto también puede ser un signo de esperanza en medio de situaciones de pobreza que son muy dolorosas”.

Al mismo tiempo, el obispo resaltó los gestos de ayuda y cercanía de la gente ante estas realidades. “También se vio la solidaridad de la gente, hay que resaltar, porque impresionante cómo la gente respondió de diversas maneras. Yo me iba enterando por los curas, porque me hablaban de distintos lugares. Anteayer yo estuve con el padre Pablo Ptak en Itaembé Guazú, ellos atienden Cruz del Sur, Itatí es una capillita y también veía gente en el salón de la capilla. Había cinco familias, unas veinte personas, y estaban con el tema de las comidas. De todas maneras, es cierto que en medio del dolor, la gente, un voluntariado, la búsqueda de la solidaridad. Pero claro, esto muestra las situaciones para buscar algunas soluciones”, manifestó.

En este sentido, el obispo se refirió también al contexto electoral que vivimos y a las nulas referencias a estas situaciones de pobreza en los candidatos. “Cuando uno escucha en este tiempo de campaña, se ve como una consecuencia del armado de la economía, pero muchas veces, los planteos económicos que se hacen no tienen referencia al tema de los pobres, propiamente, al tema del trabajo, explícitamente. Entonces se plantea una macro economía, pero no se dan orientaciones para ver cómo se sale de la situación de la pobreza”.

Viaje apostólico del Papa Francisco a Mongolia

El obispo hizo mención también de la reciente visita del Papa Francisco al pueblo mongol. “En medio de esto, quería resaltar el valor de la visita del Papa Francisco a Mongolia. Cómo la Iglesia siempre piensa la evangelización, uno no se imagina el mundo que es esa zona de Asia próximo a China y la India que tienen 1.500 millones de habitantes. Mongolia está entre Rusia y China. Tiene una pequeña comunidad católica, la mayoría del país es budista. Pero es un país de muy buena convivencia, por eso el Papa se instaló ahí, en un lugar donde el catolicismo está presente pero puede convivir, no es perseguido; hay budistas no violentos, tienen actitudes muy valorables. Y otras comunidades como judíos, cristianos evangélicos, de otros grupos, el Papa de hecho hizo un encuentro con todos ellos y se instaló enviando mensajes al mundo asiático. En la Iglesia obviamente tenemos que llegar con el Evangelio, con una forma de evangelización, con mensajes diciendo, ´el cristianismo no daña a nadie, por el contrario, trata de ayudar a las culturas a plenificarse, no anula una cultura, sino que la plenifica´. Entonces diciendo a los cristianos, ´traten de vivir la fe y sean buenos ciudadanos´, porque el cristiano que vive a fondo, trata de ser buen ciudadano, y eso ayuda y no es obstáculo para esos lugares. Ese es el mensaje del Papa acompañando a esas minorías. También el embajador de China estuvo ahí, se cruzaron chinos católicos, lo cual no era tan fácil, revela la importancia de ese viaje. Y este Papa que tiene un sentido de la evangelización, así como está en silla de ruedas, porque sus rodillas están mal que hace tanto esfuerzo”, destacó el obispo.

También hizo referencia de las críticas al Papa Francisco por estas visitas al mundo asiático. “Si plantear el tema de la justicia social es ser comunista, es una superficialidad increíble. Aparte porque se desprende del Evangelio hablar de la justicia social y del Magisterio Social de la Iglesia que ha sido reiterado por la Iglesia, por los Papas. Juan Pablo II, sacó un documento sobre el trabajo, Laborem Exercens, en el que planteaba la prioridad del trabajo sobre el capital y sale de la Doctrina Social de la Iglesia. ¿Entonces Juan Pablo II era un comunista?”, subrayó.

“Ojalá que haya madurez en la Argentina, eso es parte de lo que planteamos como diálogo. (…) Ojalá que no pongamos tantos apodos y podamos dialogar, porque el diálogo se da cuando hay alguna disponibilidad interior a escuchar. Si no hay disposición de escuchar al otro, sin creer que el otro me pueda aportar algo, el diálogo es imposible”, concluyó.