Mons. Martínez reflexionó sobre su aniversario sacerdotal y el significado de la Navidad: «La fe se vive cuando la compartimos en comunidad»


En una entrevista exclusiva con el Padre Alejandro Cañete, conductor de Caminando juntos en Radio Tupa Mbae, monseñor Juan Rubén Martínez compartió sus reflexiones sobre su recorrido en el sacerdocio, su trabajo pastoral y el significado de la Navidad, en el último programa del año. La conversación estuvo marcada por su agradecimiento a Dios por el don de la vocación y la oportunidad de servir a la comunidad.

Mons. Juan Rubén Martínez, quien celebró su 45º aniversario sacerdotal el domingo 22, destacó la importancia de agradecer a Dios por el don de la vocación, recordando cuando fue ordenado. Asimismo, reflexionó sobre su labor pastoral, especialmente en Navidad, un tiempo de trabajo intenso pero también de gran gozo, en el que las celebraciones litúrgicas y la cercanía con las comunidades son momentos de profunda alegría. Agradeció la oportunidad de conocer y compartir las iniciativas pastorales de la diócesis, como Cáritas y el Hogar de Cristo, y destacó la relevancia de la participación de los laicos en la evangelización.

En su balance del año, expresó su gratitud a Dios y reconoció que, aunque siempre hay aspectos a mejorar, el verdadero valor del trabajo pastoral radica en la gratitud. Finalmente, invitó a vivir la Navidad con esperanza, reflexionando sobre el amor de Dios en la humildad del pesebre y el nacimiento de Jesús, enviando un mensaje de bendición y rezando por los fieles: “Que Jesús nazca en los corazones de todos”.

 

Mons. Martínez, quien celebró su 45º aniversario sacerdotal el último domingo, comenzó su intervención destacando la importancia de agradecer a Dios por el llamado a la vocación, un don que recibe con humildad y gratitud. «El primer lugar siempre es para agradecerle a Dios, que es quien nos da este don», expresó.

El obispo también reflexionó sobre la labor pastoral que ha compartido con otros sacerdotes y seminaristas, señalando lo significativo de las celebraciones litúrgicas y el trabajo conjunto con las comunidades. En especial, mencionó los esfuerzos durante la Navidad, un tiempo de trabajo intenso pero también de gran gozo, donde la cercanía con la gente y las celebraciones litúrgicas como la Misa de Nochebuena son momentos de profunda alegría para los fieles.

Al hablar de los diversos movimientos y acciones de la Diócesis, Mons. Martínez destacó el valor de conocer las iniciativas pastorales y las instituciones dentro de la iglesia. En ese sentido, elogió el programa Caminando juntos, que ofrece un espacio para que los fieles conozcan las actividades de la diócesis, incluyendo Cáritas y otros movimientos como el Hogar de Cristo. «Es importante que la gente se sienta parte de la iglesia», subrayó, resaltando la importancia de la participación de los laicos en la evangelización.

En cuanto al balance del año, Mons. Martínez expresó un agradecimiento profundo a Dios por todo lo vivido, a la vez que reconoció que, como en todo servicio, siempre hay aspectos en los que se puede mejorar. «Nuestro balance no es como el de un gerente o un político, pero tenemos tantas cosas que agradecer», afirmó, destacando que la medida del trabajo pastoral no se encuentra en los logros visibles, sino en la gratitud por todo lo recibido.

Finalmente, el obispo invitó a los oyentes a vivir la Navidad con esperanza, reflejando el amor de Dios en la humildad del pesebre y el misterio del nacimiento de Jesús. «El amor de Dios se manifiesta en la pequeñez del pesebre», señaló, invitando a todos a comprender la grandeza de lo pequeño y humilde, como lo es el nacimiento de Cristo en medio de nosotros.

El obispo concluyó su intervención agradeciendo la oportunidad de compartir estos momentos de reflexión, enviando un mensaje de bendición para toda la comunidad y rezando por los fieles de la diócesis. “Que Jesús nazca en los corazones de todos”, expresó con la certeza de que el camino de la fe sigue iluminado por la esperanza del amor divino.

La entrevista fue un reflejo del trabajo pastoral cercano y atento de Mons. Martínez, quien continúa guiando a su comunidad con una fuerte presencia y dedicación en cada etapa de su ministerio.