Mons. Martínez pidió mayor compromiso de las comunidades para sostener la misión de la Iglesia


Un poquito más de colaboración ayudaría muchísimo a evangelizar mejor”, afirmó el obispo de Posadas.

En su visita habitual a los estudios de Radio Tupambaé, monseñor Juan Rubén Martínez reiteró su llamado a la comunidad para colaborar más activamente en el sostenimiento económico y espiritual de las parroquias, destacando que este compromiso resultaría fundamental para mejorar significativamente la evangelización en la diócesis.

Durante la charla, brindó detalles sobre los próximos cambios pastorales, entre ellos, la asunción del padre Gervacio Silva como rector del Seminario Diocesano “Santo Cura de Ars”, la creación de la nueva parroquia María Auxiliadora en Garupá y la designación de Santa Rita como santuario. Además, recordó que el padre Sebastián Escalante asumirá el rol de Vicario General, con el objetivo de acompañar más estrechamente las tareas pastorales y organizativas de la diócesis.

El obispo comenzó celebrando la intensa agenda pastoral de julio y el inicio de agosto, destacando que este jueves 31 participará de las fiestas patronales en San Ignacio, uno de los patronos de la diócesis. Sin embargo, su mensaje giró principalmente en torno a los cambios internos en la estructura eclesial, con especial énfasis en el Seminario Interdiocesano que forma a futuros sacerdotes de Posadas, Oberá e Iguazú.

Mons. Martínez anunció que el próximo lunes 4 de agosto asumirá como nuevo rector del seminario el padre Gervacio Silva, actual párroco de Jesús Misericordioso, una de las parroquias más populosas de la provincia, ubicada en Itaembé Miní. “Elegir al rector siempre implica discernimiento. El padre Gerva es un sacerdote con más de diez años de ordenación, licenciado en Roma, y con amplia experiencia pastoral”, indicó el obispo.

El actual rector, padre Sebastián Escalante, pasará a desempeñarse como Vicario General, colaborando más estrechamente con el obispo en la atención de las múltiples demandas diocesanas. “Necesitamos acompañar a nuestro clero, que está en el frente de combate en realidades pastorales muy exigentes”, expresó.

Entre los anuncios más significativos, el obispo confirmó la creación de la nueva parroquia María Auxiliadora en Garupá, que atenderá una amplia zona en expansión. El padre Juan Antonio “Juanse” Ruiz Díaz asumirá el domingo 24 de agosto a las 19 hs, acompañado por el padre Miguel Ángel Moura. “Garupá ha crecido de manera impresionante y es necesario acompañar ese crecimiento desde lo pastoral”, explicó.

Además, la parroquia Santa Rita, ubicada en el centro urbano de Posadas, será elevada a santuario el sábado 23 de agosto. “Es un reconocimiento a la piedad popular: Santa Rita es visitada por fieles de toda la provincia durante la semana y tiene más de diez bautismos semanales”, destacó.

También recordó que el padre José María Ferreira asumirá en la parroquia San Roque González, otra comunidad de gran tamaño.

“La Iglesia vive de la comunión de bienes”

Monseñor Martínez hizo hincapié en los desafíos organizativos y económicos que enfrenta la diócesis. Mencionó la necesidad de regularizar la situación jurídica de numerosos terrenos pertenecientes a capillas, y señaló que la diócesis cuenta con más de 300 comunidades, muchas con documentación aún incompleta. “Esto requiere gente trabajando, acompañando. No se trata solo de lo pastoral, sino de una estructura compleja que necesita recursos”, explicó.

El sector educativo también fue señalado como uno de los más demandantes. “Tenemos 40 escuelas, de las cuales 27 pertenecen directamente al obispado, abarcando todas las modalidades: inicial, primaria, secundaria, técnica, especial, bilingüe e incluso nivel universitario”, enumeró.

En cuanto al financiamiento, el obispo explicó que los ingresos habituales —provenientes de las escuelas y algunos alquileres— ya no son suficientes para sostener el funcionamiento de instituciones clave como el seminario, donde actualmente viven 36 personas. “La Iglesia no recibe dinero, vivimos de la comunión de bienes. Algunas parroquias apenas pueden cubrir los gastos básicos de sus sacerdotes”, lamentó.

Pidió un mayor compromiso de los fieles en las colectas y en el sostenimiento económico de sus parroquias. “Muchas veces la gente piensa en reparar el edificio, pero no en sostener la pastoral. Hacer una venta de empanadas está bien, pero también hay que pensar en el auto del cura, el combustible, la obra social, el seguro, la luz. Todo eso cuesta”, advirtió.

Finalmente, el obispo expresó su alegría personal por la creación de la nueva parroquia María Auxiliadora. “Le tengo mucha devoción, es patrona de los necesitados. Garupá está creciendo y hay que atender esas nuevas realidades pastorales, barrios enteros que necesitan acompañamiento. Nosotros como Iglesia, pero también el Estado con escuelas y centros de salud”, concluyó.

Con una mirada franca y directa, monseñor Martínez dejó en claro que la misión pastoral no se sostiene sola y que toda la comunidad está llamada a colaborar con compromiso, oración y apoyo concreto.