Mons. Martínez enfatizó sobre la responsabilidad que tiene el Estado con el bien común


Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de la diócesis de Posadas, visitó esta mañana los estudios de Radio Tupambaé y se refirió, entre otros temas, a la responsabilidad del Estado con el bien común.

El obispo comentó a la audiencia que ayer mantuvo una reunión con una de las zonas de la diócesis, el decanato de Gran Posadas, con todos los sacerdotes y algunos diáconos. “Allí reflexionamos sobre el mensaje de los obispos, fruto de la plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina. En la primera parte de aquella reunión, los obispos dedicamos a reflexionar sobre temas que nos preocupan, y fue muy del Espíritu Santo porque fuimos expresando, primero el tema de las guerras en el mundo, pero después respecto de la Argentina. Varios obispos, representando a regiones pastorales, presentaban el tema de la pobreza en la Argentina. Obvio que no es un tema nuevo, sino que viene quizás de décadas, pero en estos meses se ha acentuado de una manera muy preocupante. La gente que nos escucha sabe de lo que estamos hablando porque lo vive a diario. Y de alguna manera nos implica a todos. Nos preocupa la pobreza creciente de una manera descomunal, ni hablar con la negligencia de tener sectores que están en una grave situación de pobreza, y la clase media que de alguna manera empieza a sentir esto muy mal. Eso la gente lo está viviendo”, indicó Mons. Martínez.

Señaló que varios obispos manifestaron el problema del narcotráfico como un tema que también está en la calle. “Algo salió por lo de Rosario, que es una situación de similitudes ya con México o con Colombia, pero que replica en muchos otros lados del país y esto genera mucha preocupación. Con la frase del Papa Francisco, muy clara: A esto no se pudo haber llegado —dijo el Papa— si no hubiese complicidades de la política, de la Justicia y de otros sectores”.

El obispo refirió que se pusieron en un tono de esperanza estos temas, “porque estamos en un tiempo pascual. Se lo citó a Alberto Hurtado, un santo chileno muy querido, que trabajó mucho por la gente necesitada. Yo hice una participación diciendo algo que tenemos que reflexionar y que tiene que estar en el eje la relación del el Estado y el bien común”.

Destacó asimismo que “desde la Doctrina Social de la Iglesia, el Estado necesariamente tiene que tener una actitud de subsidiariedad con el bien común. Por ejemplo, en Brasil están las inundaciones de Porto Alegre, una ciudad enorme está prácticamente en una laguna. Y el Estado no puede estar ausente, tiene una obligación con el bien común de la gente de esa ciudad. Es así, ¿o no? Menciono un caso extremo. En Argentina, es cierto que muchas veces el Estado fue abusivo cuando los que tienen responsabilidad allí, en vez de trabajar por el bien común, trabajan por el propio bolsillo, ahí es un Estado abusador donde el responsable de turno, sea funcionario, político, lo que sea, no piensa en la gente, sino que piensa en sacar tajada para sí mismo. Se pone el ejemplo, porque había comedores que no existían. Pero, de hecho, se pasó al criterio del Estado ausente: “No hay plata”, —en referencia a lo dicho por el presidente Javier Milei—. Y este es un grave problema, que obviamente afecta a la eliminación de la subsidiariedad para con los sectores más empobrecidos, eliminación de comedores que eran una responsabilidad del Estado para con los más pobres, donde hay niños, hay gente que necesita sobrevivir. Pero hay otros aspectos también de la obligación del Estado que no puede estar ausente, por ejemplo, el tema de salud y educación”.

Se refirió también al estado de las rutas en el país. “Yo vine por la ruta 14 y fui víctima del Estado ausente, como tanta gente es víctima porque Vialidad Nacional no manda un peso al arreglo de las rutas, agujeros que pasan a ser un peligro de tragedia para muchos. El Estado ausente, eso es una cosa que hay que decirla. No se puede vivir en un país donde hay una ruptura entre el Estado y el bien común, porque el bien común sufre”.

“Hay que ajustar el gasto para que no tengamos déficits, pero ese ajuste para que no tengamos déficits, implican vidas humanas y una situación de cierta catástrofe social y esto hay que decirlo, no se puede callar porque son cosas básicas, donde ya se padecen y se padecen mal. Y ¿qué quieren? ¿Que la gente no reclame su situación? Yo creo que tendría que haber, al revés del trigo y la cizaña, si había cizaña, ir distinguiendo el trigo de la cizaña, diciendo bueno, ¿estos son ñoquis? Bueno, pero que muestren que son ñoquis, no arrasar con todos, porque en realidad son familias que pasan una situación de negligencia. La verdad que esta es una preocupación que está. Uno puede decir, ´sí, a esto hay que pasarlo porque en el futuro vamos a estar mejor´. Pero en el hoy hay gente con hambre y es el hoy. No es que tenemos que matar una generación para que otra viva bien. Y tampoco sabemos si va a ser así, porque todo es mesiánico, una promesa”, subrayó el obispo.

Con relación a las provincias, expresó que “también son víctimas de una macroeconomía que no les es fácil poder pensar, porque no tienen una economía. Nuestro país en definitiva depende de las decisiones de una macro economía que se decide en Buenos Aires, esa es la realidad. Y las provincias, algunas tienen un poco más de recursos propios, y otras no tienen nada. De hecho, Misiones tiene algo de algunos recursos propios, pero hay provincias que en el fondo están muy en la lona directamente. Este es un tema que nos preocupa”.

Fiestas patronales de San Isidro y Santa Rita

Hoy, en el día en que la iglesia celebra a san Isidro, el obispo presidirá la santa misa a las 18:30 en la capilla del barrio San Isidro de la ruta 213. “Es el patrono del agro, del mundo rural, es un matrimonio con un niño, san Isidro y santa María de la Cabeza, los dos son santos. Rezamos por la familia y por la gente del agro, si quieren ir a misa y quieren pedir por el mundo rural, puede participar en la misa. Pedir por el mundo rural que la verdad que en la Argentina es muy importante”.

El 22 de mayo la Iglesia celebra a santa Rita de Casia. En la parroquia homónima de la diócesis, cada año “es una fiesta emblemática y obviamente ya está trabajando mucho la gente, preparándose para celebrarla. Es patrona de los imposibles, todos vamos con pedidos, yo también. Los que necesitan piden asique nos vamos a juntar ahí el domingo”.

Finalmente, Mons. Martínez compartió que “ayer en nuestra reflexión sobre este tema de la situación social que estamos viviendo, lo ligamos también a un momento muy fuerte que vamos a tener de la Asamblea en la diócesis el 20 de junio en el Instituto Montoya. El tema que se eligió el año pasado con el Consejo Pastoral, es el tema de la pobreza justamente, la consideración en las parroquias, en los colegios, esto de las periferias geográficas y existenciales y los más pobres. Son fechas que vamos teniendo, muy importantes para la diócesis y que las vamos viviendo con mucho ánimo. Ya las parroquias van a ir trabajando con un texto en las comunidades y van a mandar a sus delegados. Es un trabajo bien importante para reflexionar y compartir las orientaciones hacia el futuro pastoral”.