Mons. Martínez: «Francisco fue elegido por el Espíritu Santo para subrayar lo que Jesús quiso: una Iglesia en salida»


En su tradicional espacio de reflexión en Radio Tupa Mbae, el obispo de la diócesis de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, dedicó un emotivo homenaje al Papa Francisco tras conocerse la noticia de su fallecimiento. Lo recordó como «un hombre de Dios» con una fe «impregnada de gestos concretos«, que dejó un legado profundo en la Iglesia, marcado por la cercanía, la sencillez y una firme opción por los más vulnerables.

«El fallecimiento de nuestro querido Papa Francisco nos sorprendió. Aunque sabíamos de su delicado estado de salud, nos tomó por sorpresa que justo en Pascua, en ese contexto tan simbólico, haya partido a la Casa del Padre«, expresó el obispo. Desde una vivencia íntima del duelo, Martínez compartió también que decidió mantenerse en silencio los primeros días para procesar la noticia. «No estaba en condiciones de hablar. Quise vivir mi duelo por Francisco«.

 

Un pastor cercano

El vínculo personal entre el obispo de Posadas y Jorge Mario Bergoglio se remonta a los años de trabajo conjunto en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), cuando Martínez presidía la Comisión Episcopal para la Vida, Laicos y Familia (CEVILAF), y Bergoglio era cardenal de Buenos Aires. «Teníamos una relación muy cercana, incluso de tutearnos«, reveló. «Francisco era de perfil bajo, pero con gestos potentes. Nunca buscó cámaras ni promoción personal, simplemente vivía el Evangelio en lo cotidiano».

Recordó también anécdotas que retratan su sencillez, como cuando, ya siendo Papa, llamó a un canillita de Buenos Aires para saldar una deuda por unos diarios. «Esos gestos lo muestran: un hombre claro, sencillo, que sabía perfectamente hacia dónde quería conducir la Iglesia«, dijo Mons. Martínez.

“El Espíritu Santo lo eligió para este tiempo”

El obispo diocesano fue contundente al afirmar que el pontificado de Francisco fue una elección divina: «El Espíritu Santo fue quien obró. Francisco fue un instrumento del Espíritu Santo para la Iglesia. Nos ayudó a volver a lo esencial del Evangelio, a hacer más vital su presencia en la vida eclesial«.

A su juicio, la obra de Francisco se inscribe en continuidad con el Concilio Vaticano II: «Promovió una Iglesia más sinodal, más misionera, más pobre para los pobres. Lo que Jesús quiso siempre. Algunos, aferrados a una interpretación rígida de la letra, no lo entendieron. Pero Francisco vivió el Evangelio profundamente, en una organización milenaria como la Iglesia, y supo moverse con claridad».

Una teología de gestos

misa memoria del Papa Francisco

Consultado sobre cómo empezar a conocer al Papa Francisco, Mons. Martínez recomendó observar sus gestos antes que leer sus textos: «Él predicaba con gestos. Ir a la isla italiana Lampedusa fue una homilía. Rechazar la pompa en su primera aparición pública fue otro. Esos gestos irrumpían, eran testimonios vivientes del Evangelio».

También recordó que Francisco decidió vivir en la residencia Santa Marta, y no en los aposentos pontificios, porque «quería estar cerca de la gente«.

Un legado que permanece

El obispo rememoró los últimos doce años como un tiempo de transformación en la Iglesia: «Los temas que puso en la mesa —los pobres, las periferias, la sinodalidad— eran fundamentales. Y lo hizo con profundidad evangélica, no como slogans».

También hizo un repaso por los pontificados anteriores, subrayando cómo el Espíritu Santo fue conduciendo la historia de la Iglesia: «Desde Juan XXIII, pasando por Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto, hasta llegar a Francisco, todos fueron guiados por el Espíritu».

El obispo Juan Rubén Martínez compartió que tuvo cinco encuentros personales con el Papa, en los cuales destacó «su impresionante memoria, capacidad de observación y conducción». Y añadió: «Lo vamos a extrañar, pero el Espíritu sigue obrando«.

«Gracias, Francisco»

Monseñor Martínez, informó que este miércoles a las 19:00 se celebrará una Misa en la Catedral San José por el eterno descanso del Papa Francisco. La ceremonia se realizará en comunión con la Iglesia universal, en el marco de los días de duelo que vive la comunidad católica.

Los restos del pontífice serán trasladados a la Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas mayores de Roma, donde recibirán sepultura, tal como él mismo lo había pedido.

Al finalizar el encuentro radial, el obispo expresó conmovido su última palabra de despedida:
«Si lo tuviera enfrente, le diría: gracias. Gracias por su entrega, por su testimonio, por habernos guiado durante estos doce años como sucesor de Pedro. Fue un regalo para la Iglesia«.