El gobierno de Misiones se prepara para implementar el Servicio Cívico Voluntario, un programa pionero dirigido a jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan. La iniciativa, que busca ofrecerles formación en valores, habilidades laborales y oportunidades educativas, posiciona a Misiones como una de las primeras provincias en aplicar este proyecto a nivel nacional.
El Ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, resaltó la importancia de esta medida como un «paso clave» para fomentar la inclusión social y dar a los jóvenes una alternativa de futuro con formación, orden y posibilidades reales de crecimiento. El programa, que se pondrá en marcha en conjunto con los Ministerios de Seguridad y de Capital Humano, también apunta a combatir la exclusión laboral y educativa que afecta a una franja significativa de la población juvenil.
Una solución ante el creciente desempleo juvenil
El Servicio Cívico Voluntario está diseñado para jóvenes que forman parte de los programas nacionales «Volver al Trabajo» y «Fomentar Empleo». Aunque no será de carácter obligatorio, la iniciativa ofrece una formación integral que incluye educación, capacitación laboral y talleres orientados a la inserción en el mercado de trabajo. Además, los participantes recibirán un apoyo económico durante su formación y, al finalizar, podrán acceder a programas de finalización de estudios o capacitación en oficios.
A través de esta iniciativa, el gobierno provincial se suma a un proyecto que se lleva adelante en varias localidades del país, entre ellas Bariloche, Rosario y Santiago del Estero, con la colaboración de la Gendarmería Nacional.
El contexto del «ni-ni» y los desafíos de la juventud
El programa responde a un contexto crítico: según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, en los últimos años ha crecido la cantidad de jóvenes «ni-ni», aquellos que ni estudian ni trabajan. Esta situación está vinculada con un aumento en las tasas de desempleo juvenil y el riesgo de marginación social.
El Ministro Pérez enfatizó que el Servicio Cívico no solo busca ofrecer alternativas laborales y educativas, sino también prevenir problemas mayores como el delito y el consumo de sustancias. Al proporcionarles a los jóvenes una «opción de futuro», el programa pretende alejarlos de conductas de riesgo y brindarles las herramientas necesarias para mejorar sus condiciones de vida.
«Es un proyecto de integración, de esperanza, que busca transformar vidas y darles a nuestros jóvenes la oportunidad de cambiar su rumbo», afirmó Pérez.
Con la puesta en marcha de este programa, Misiones se coloca a la vanguardia de las políticas públicas destinadas a la inclusión social y al bienestar juvenil, ofreciendo una respuesta integral a una problemática que afecta a miles de jóvenes en todo el país.