La comunidad diocesana se prepara para vivir con fervor la tradicional peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Loreto, bajo el lema “Con María, camino de esperanza, vamos a Loreto”. El equipo organizador trabaja intensamente para recibir a miles de fieles de toda la provincia que caminarán juntos en un gesto de fe, gratitud y unidad.
Durante una entrevista en Caminando Juntos por Radio Tupambaé, Liliana López, secretaria del Equipo Coordinador de Loreto, y Mabel Martínez quien forma parte del mismo equipo, ofrecieron detalles sobre la preparación espiritual y logística de la peregrinación, destacando que Loreto no pertenece a un solo grupo o parroquia, sino que “es de toda la diócesis”.
La historia de esta manifestación de fe se remonta al año 2000, cuando se celebró el Jubileo y el entonces administrador diocesano, padre Víctor Arenhardt, propuso encontrar un espacio común de identidad diocesana. A partir de allí, se gestó la peregrinación como una experiencia que invita a mirar los orígenes de la evangelización en Misiones y a renovar el compromiso pastoral de las comunidades.
“Queríamos tener memoria de quiénes nos misionaron, cómo comenzó todo y cuál es nuestro lugar hoy como pueblo de Dios”, recordaron las organizadoras, al señalar que esta tradición se fue consolidando con los años como un verdadero signo de unidad y esperanza.
El equipo diocesano de Loreto está conformado por laicos, catequistas, docentes y representantes de distintos movimientos e instituciones, con la coordinación pastoral del padre Leonardo Cuenca, rector del santuario. Desde agosto, los integrantes se reúnen para planificar el novenario, las misiones previas y la recepción de la imagen peregrina de la Virgen, que recorre capillas, colegios e instituciones públicas en toda la diócesis.
“Cada comunidad vive este tiempo como preparación espiritual. Las actividades previas, las misiones y la visita de la Virgen son momentos que movilizan el corazón y nos ponen en sintonía con los demás hermanos”, explicaron.
La peregrinación principal se llevará a cabo el 15 de noviembre, con tres puntos de partida: Posadas, Jardín América y Leandro N. Alem, todos convergiendo en el Santuario de Loreto. Además, el domingo 16 de noviembre se realizará la peregrinación ciclista, que comenzará en la madrugada y recorrerá el mismo trayecto, manteniendo el mismo espíritu de fe hasta llegar al santuario.
Desde el equipo recordaron que se trata de una caminata exigente, de más de 50 kilómetros, por lo que se recomienda a los peregrinos prepararse con anticipación, cuidar su salud e hidratarse correctamente. Durante el trayecto habrá puestos de descanso, asistencia y momentos de oración.
“Loreto es un camino que nos recuerda que no estamos solos, que caminamos juntos como Iglesia. María nos guía, nos acompaña y nos invita a mirar el futuro con esperanza”, expresaron con emoción las organizadoras.
Finalmente, resaltaron que detrás de cada edición hay una enorme red de servidores, jóvenes, catequistas, docentes y familias que hacen posible esta experiencia de fe viva. “Cada año es distinto, pero el espíritu es el mismo: caminar con María para reencontrarnos con Dios y con los hermanos”, concluyeron.

