El Vaticano vive hoy una jornada de profundo recogimiento, mientras la basílica de San Pedro reabre sus puertas para el segundo día de la capilla ardiente del Papa Francisco. Miles de fieles de todo el mundo se congregan en el corazón de la Ciudad del Vaticano, en un ambiente de solemnidad y respeto, para rendir homenaje a quien fuera el líder espiritual de la Iglesia Católica durante más de una década.
La jornada de ayer, que marcó el inicio de las ceremonias, fue testigo de la presencia de aproximadamente 48.000 personas que pasaron frente al féretro del pontífice, en una multitudinaria muestra de afecto y gratitud. Se espera que hoy la afluencia de visitantes aumente considerablemente, con decenas de miles de fieles provenientes de diferentes partes del mundo. La Basílica de San Pedro, uno de los lugares más emblemáticos del cristianismo, se mantiene abierta desde anoche para facilitar el flujo continuo de personas que desean presentar sus respetos al Papa Francisco.
Por otro lado, en Argentina, la comunidad sigue muy de cerca los homenajes. El Equipo de Sacerdotes de Barrios Populares y Villas de Argentina, junto a la Familia Grande Hogar de Cristo, han convocado a un acto especial este sábado 26 de abril para rendir tributo al pontífice. El evento comenzará al mediodía con una misa en la Catedral de Buenos Aires, donde se rezará por el eterno descanso del Papa Francisco. Posteriormente, los participantes compartirán un almuerzo en la Plaza de Mayo, símbolo de la unidad popular y el compromiso social que caracterizó a Francisco durante su papado.
Además, como parte de este homenaje, los asistentes realizarán una caravana que recorrerá diversos puntos de la ciudad que evocan la memoria del Papa, especialmente aquellos que fueron significativos en su trabajo con las periferias. Entre los lugares destacados están la Casa Mamá Antula, la plaza Constitución, los hospitales Borda, Tobar y Rawson, y la Cárcel del Muñiz, sitios que fueron recorridos por el Papa en sus visitas a las comunidades más vulnerables de Buenos Aires.
El homenaje a Francisco se extiende más allá de las fronteras del Vaticano y se traduce en un sinfín de actos de recogimiento y recuerdo por parte de aquellos que vivieron de cerca su mensaje de solidaridad, justicia social y cercanía a los más necesitados.
En el Vaticano, mientras el reloj avanza y las filas continúan creciendo, la despedida al Papa Francisco sigue siendo un momento de reflexión profunda para millones de personas que lo consideran no solo un líder religioso, sino también un símbolo de esperanza y renovación para el mundo.