En una contundente demostración de fuerza y compromiso, cientos de ciudadanos se congregaron bajo la lluvia ayer en Posadas para defender la esencia misma de la educación superior pública. La marcha, liderada por una amalgama de actores sociales, desde docentes hasta familias y jubilados, trascendió como un grito unísono por la salvaguarda de la universidad como un derecho fundamental de la sociedad.
Desde el emblemático mástil de la avenida Mitre, la multitud se desplazó con determinación hacia la plaza 9 de Julio, portando consignas que resonaban con fuerza en las calles: “La universidad es de los trabajadores y al que no le gusta, se jode” y “La educación es del pueblo, no se vende” eran solo algunas de las voces que enarbolaban los manifestantes.
La movilización, que congregó a representantes de diversos sectores universitarios y ciudadanos comprometidos con la causa, fue un testimonio palpable de la profunda preocupación por el futuro de la educación pública en Argentina. Al llegar a destino, la plaza 9 de Julio se transformó en un escenario de reafirmación nacional, donde el Himno Nacional Argentino resonó con renovado vigor.
El documento presentado durante la marcha fue un claro llamado a la acción, exigiendo un aumento significativo en el presupuesto destinado a la universidad y al sistema científico-tecnológico, así como una justa recomposición salarial para los trabajadores del ámbito académico. Las palabras de las autoridades universitarias presentes, incluyendo al vicerrector Sergio Katogui, resonaron con fuerza en medio del clamor colectivo por una educación pública de calidad, inclusiva y accesible para todos.
En medio de la lluvia y el frío, la determinación de los manifestantes no menguó, demostrando que el compromiso con la universidad pública trasciende las inclemencias del tiempo y se arraiga en un profundo sentido de responsabilidad cívica y social.
La marcha en Posadas fue solo una muestra de un movimiento nacional que reclama con firmeza por el derecho a una educación superior digna y gratuita. En tiempos de incertidumbre y desafíos, la voz del pueblo se alza como un faro de esperanza, recordando que la universidad es, y siempre será, un patrimonio de todos los argentinos. Con información y fotografía de El Territorio