Más de 4.500 catequistas de las diócesis de Posadas, Oberá y Puerto Iguazú se reunieron el pasado 23 de agosto en el Polideportivo de las Siervas del Espíritu Santo de Puerto Rico para celebrar el Jubileo Provincial de los Catequistas, bajo el lema “Jesucristo, esperanza de la gloria”.
El encuentro, enmarcado en el Año Jubilar de la Esperanza, se vivió como un espacio de gracia, comunión y misión, reafirmando la vocación y el compromiso de quienes transmiten la fe en las comunidades de Misiones.
La jornada comenzó con la acreditación y animación comunitaria, seguida de momentos de oración y reflexión bíblica. Durante la mañana, los catequistas participaron de la adoración eucarística, charlas formativas y trabajos grupales.
El presbítero Gerardo Söding ofreció una conferencia formativa, invitando a los presentes a renovar la alegría del servicio: “Estamos invitados a celebrar este Año Jubilar con lo más lindo que nos toca: el ser catequistas”, destacó.
La misa central fue presidida por el obispo de Posadas, monseñor Juan Martínez, y concelebrada por los obispos de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, y de Oberá, monseñor Damián Bitar. Durante la celebración, los tres obispos alentaron a los catequistas a ser testigos de esperanza y constructores de fraternidad.
En su homilía, el padre Söding subrayó la importancia de la identidad catequística: “El catequista está en el centro, pero debe saber que no es el centro: el centro es Jesucristo”.
Los participantes coincidieron en que el Jubileo Provincial no solo fortaleció la identidad catequística, sino que también se convirtió en una manifestación concreta de unidad eclesial, en línea con la invitación del papa Francisco a caminar juntos como Iglesia sinodal.
Portada: Rocío Ayala (Pastoral de Comunicación)