Esta mañana, el programa “Lo que faltaba” de Radio Tupambaé recibió a ocho niños, acompañados por sus familias, quienes compartieron su proyecto de evangelización Los Niños del Santoral. A través de videos breves en Instagram, los niños difunden la vida de los santos, utilizando un lenguaje sencillo, alegre y comprometido, con el objetivo de transmitir esperanza y amor a sus seguidores
Durante la entrevista, los pequeños dejaron en claro el verdadero sentido de su misión: “No nos interesa si recibimos muchos ‘me gusta’ o no. Lo que hacemos no es por popularidad, sino por compromiso con la evangelización”.
Inspirados en el mandato de Jesús de anunciar el Evangelio en todo el mundo, subrayaron: “No lo hacemos para que nos conozcan a nosotros, sino para que conozcan el misterio de Dios. Queremos que descubran quién es Jesús, lo que hizo por amor a nosotros y cómo murió para salvarnos”.
Además, destacaron que, al compartir la vida de los santos, buscan acercar a otros al mensaje de Cristo: “Contamos sus historias para que la gente los conozca y, a través de ellos, puedan llegar también a conocer la historia de Jesús. No se puede conocer todo el misterio, pero sí compartir lo que sabemos y lo que la Iglesia nos enseña”.
Al comenzar el diálogo sobre el proyecto “Los Niños del Santoral”, los protagonistas compartieron con claridad y convicción la motivación profunda que los impulsa a difundir contenidos religiosos a través de las redes sociales.
La iniciativa nació casi de forma espontánea, como un juego cotidiano. Lorenzo, uno de los primeros en sumarse, leía cada día la liturgia y comentaba en casa qué santo se celebraba. Su mamá, conmovida por ese entusiasmo, comenzó a grabar esos momentos para enviárselos a la abuela. Lo que empezó como una costumbre familiar se transformó pronto en una propuesta evangelizadora que fue creciendo: se sumaron otros chicos, más familias y surgió la idea de compartir los videos en redes sociales.
“La idea fue de Bel y Lolo, y después nos invitaron a hacer un video sobre la Virgen de Lourdes. A partir de ahí empezamos a organizarnos”, contaron. Cada día tiene su dupla o grupo a cargo, y en base al libro de la liturgia cotidiana eligen el santo a presentar. Si hay varios, priorizan el que aparece en la misa del día.
Además de estudiar la vida de los santos, memorizan sus nombres —no siempre fáciles— y graban en diferentes locaciones: la parroquia, la casa, la escuela. “A veces lo hacemos con una Imagen de Santa Rita, otras con el cuadro de la Sexta Estación del Vía Crucis”, comentaron. Incluso manejan tiempos y estrategias: graban con anticipación para no correr a último momento.
Pero más allá de la logística, lo que impacta es el sentido profundo de este proyecto. “No lo hacemos para tener likes. Lo hacemos para evangelizar”, afirmaron con claridad. “Queremos que la gente conozca a Jesús a través de los santos. Como San Felipe Neri, que repartía comida a los pobres. A mí me gustaría ser como él. Por eso quiero ser sacerdote”, dijo uno de los niños, de apenas 10 años, que afirma haber recibido su llamado en una misa en Puerto Iguazú.
Los chicos también reflexionaron sobre la importancia de vivir la fe en familia. “Es una señal de Dios. Nosotros rezamos juntos antes de grabar e invocamos al Espíritu Santo. Nuestros papás nos acompañan y también aprenden con nosotros”, expresaron.
Esa vivencia de fe no se limita al hogar: también la llevan a la escuela. “Una vez me hicieron pasar al frente para contar el santo del día. Y cuando un compañero no quería ayudar a alguien, le conté la historia de un santo solidario y cambió de actitud”, relató uno de los integrantes.
El testimonio emocionó tanto que hasta el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, se hizo presente a través de un mensaje en vivo: “Excelente el diálogo. Bendiciones para esos niños”, expresó, conmovido por la fuerza del testimonio. Además, este sábado los chicos participarán de la celebración de Corpus Christi que se realizará en la cancha de Guaraní Antonio Franco.
También reflexionaron sobre el mundo de los adultos. “Lo que le falta a los grandes es vivir más profundamente la fe. A veces creen que ir a misa alcanza, pero hay mucho más que se puede hacer. Nosotros evangelizamos con los santos, y nuestros papás también aprenden con nosotros.”
“Los Niños del Santoral nos enseñan a vivir la fe con más profundidad”
Durante su participación en Tupambaé, los padres de algunos chicos de Los Niños del Santoral compartieron cómo este proyecto de evangelización, que nació de manera espontánea en el ámbito familiar, los transformó profundamente. Todo comenzó cuando Lorenzo, uno de los chicos, leía diariamente la liturgia y comentaba en casa qué santo se celebraba. Su madre empezó a grabar esos momentos para enviarlos a la abuela, y con el tiempo surgió la idea de compartirlos en redes sociales.
Karina, Micaela y Augusto —padres de los niños— destacaron que la iniciativa no solo fortalece la fe de los pequeños, sino que también interpela y compromete a los adultos: “Nos motiva a conocer más a los santos, a rezar juntos y a vivir la fe en familia”. Además, subrayaron que evangelizar no es una tarea exclusiva de los adultos, y que los niños, con su testimonio, pueden enseñar y conmover con auténtica alegría.
El testimonio concluyó con un mensaje claro: evangelizar desde la vida cotidiana, con gestos simples y con convicción, es también una forma de transformar el hogar y la comunidad en un espacio de fe viva y compartida.