En comunicación con Radio TupaMbaé, el Padre “Pepe” Di Paola habló de lo que significa el Papa Francisco para él y para toda la comunidad católica, reafirmando su acompañamiento al Santo Padre, frente a los agravios realizados por Javier Milei, candidato a la presidencia de la Nación por la Libertad Avanza, a la figura del sucesor de Pedro.
Además, el cura villero, se refirió al trabajo que realiza en los asentamientos emergentes junto a la Casa “Hogar de Cristo” y a su visita a Posadas para la inauguración de la Casa «San Miguel» el 27 y 28 de este mes. Sin olvidarse de la tarea que el Estado y la sociedad deberían llevar a cabo para la prevención y seguimiento de las personas que luchan contra los consumos problemáticos y que se encuentran habitando en los barrios más pobres del país.
En primer lugar, el sacerdote José María Di Paola comenzó diciendo en qué parte de Buenos Aires estuvo trabajando y dónde está actualmente. “Fui párroco en la periferia de Buenos Aires, en los límites de una villa muy conocida, La Cárcova (José León Suárez, partido de San Martín), y ahora estoy en La Matanza, en compañía de las villas porque cuando terminamos la peregrinación y como tenemos la campaña “Ni un pibe menos por la droga”, estoy visitando los Hogares de Cristo (y ahí tenemos como el Centro del Hogar de Cristo), entonces vamos visitando distintos lugares, inclusive en el interior del país y si Dios quiere, a partir de febrero, comienzo en un barrio popular de Santiago del Estero”.
Seguidamente confirmó su presencia en Posadas-Misiones, en la inauguración de la Casa «San Miguel», un espacio para recibir y dar seguimiento a chicos que atraviesan situaciones de consumo problemático. “Si Dios quiere voy a ir y el Padre Daniel Pesce está trabajando mucho ahí, con mucho entusiasmo y mucha alegría con la Casa de San Miguel, que Dios mediante el 27 y 28, estaré allí junto a él en Posadas, compartiendo esos días lindos”.
Sobre el trabajo, de lucha contra la droga, que viene realizando junto con el Hogar, señaló: “El Hogar de Cristo surgió como una de las respuestas -hace más de 15 años- a la problemática de la droga y cómo abordarla desde el territorio y este gran desafío de cada uno de los lugares. Lo lindo es que se fueron incorporando y se fue replicando esto en todo el país. Y hoy son muchos los centros; tenemos casi 200 centros en todo el país y de distintos sacerdotes, religiosas, laicos, que le van dando la impronta propia de cada lugar, pero con una misma dirección que es: la recuperación del territorio, una recuperación que también se propone ser integral, abordando todos los aspectos de la vida de la persona”.
En relación a cómo hoy la sociedad atraviesa por esta problemática, dijo: “Sin duda, nació el barrio, en los barrios populares. En general, su destinatario en general, son gente de barrios muy carenciados. Pero, la verdad es que es un fenómeno que se debiera tomar en todas las líneas sociales, inclusive a veces es más difícil para alguien que está bien económicamente porque muchas veces el joven puede disfrazar su realidad y de pronto cuando se dan cuenta es muy difícil, después de mucho tiempo. Entonces, hay que buscar formas y modos para llegar a todas las realidades, a todos los jóvenes para poder ayudarlos a que puedan darle un sentido a la vida”.
A partir de su experiencia en parroquias y puntualmente en la Villa 21 en Buenos Aires, el Padre “Pepe” Di Paola indicó: “Creo que lo más importante siempre de los curas -sea el barrio que sea- es conocer la realidad de dónde estás. Esto significa que ser padre de una comunidad, ser párroco de un lugar, va a implicar conocer sus casas, sus calles, su gente, el modo y la procedencia”.
“Porque a veces acá en Buenos Aires, vas a encontrar villas en donde la mayoría son paraguayos y otras son bolivianos y peruanos y otras son argentinos y cada uno tiene su idiosincrasia. Entonces ¿cómo te vas acercando allí? ¿Cómo vas viviendo la religiosidad de ellos? ¿Cuáles son las modalidades que tienen? Todo eso significa, el estar y poder ser un vecino más desde la parroquia y construir la vida espiritual y social, desde lo que es la presencia del cura con su parroquia en la barriada”.
Con referencia a las visitas a los penales, que también es otra realidad, declaró: “Lo que pasa es que hay como una línea que tiene que ver entre la adicción y el delito, y muchas veces, muchos jóvenes han caído en el delito, con el tema de lo que significa la existencia del consumo, que provoca la adicción, y esto hace que muchas veces tengamos jóvenes que estaban recuperándose, pero que dejaron de venir y después cayeron en el consumo. Luego eso empezó a ser en una unidad penitenciaria y, debíamos seguir viéndolos y seguir teniéndolos en cuenta, e iniciamos eso”.
“Y en el sentido de que la libertad se va a dar no solamente cuando salga de la cárcel, sino cuando deje de depender y de ser esclavo de la droga. Vamos ayudando y hay varias Casas del Hogar de Cristo, que están trabajando en este sentido en distintas partes del país”, añadió.
Acerca de la repercusión que hubo en los medios (sobre todo en Buenos Aires), por los escritos y dichos de Milei respecto de la figura del Papa Francisco y que llevó a la realización de una misa, Di Paola explicó: “Nosotros cuando planificamos esta misa, lo hicimos pensando en los agravios al Papa de hace bastante tiempo por parte del candidato Milei. Además, pensamos que primero es una forma de ponernos junto al sucesor de Pedro, que es para todos los católicos una realidad. Es decir, estar junto al Papa, sea en este caso Francisco y si fuera otro; sería otro. Pero, además, son insultos, agravios, que uno los puede leer los twit de este hombre y desde hace varios años”.
En esta misma línea amplió: “Lo peor de todo es que también apunta a la mirada cristiana y también, si querés, contra aquellas poblaciones que nosotros atendemos, que son los más pobres. Y cuando Milei habla y dice: ´la mierda de la justicia social´ y dice que la justicia social ´ es parte del rencor y de la envidia´, y nosotros sabemos perfectamente que la justicia social, es por ahí, el objetivo de la Doctrina Social de la Iglesia y parte del mandamiento del amor que consiste en el amor a Dios y al prójimo, como a uno mismo”.
“Y la felicidad, no solamente debe ser penada para sí. También, la libertad, tiene que ser la capacidad que tiene el ser humano para construir un mundo mejor y para que estén bien todos, no solamente uno. Entonces, hicimos una misa en donde realmente decíamos: ´Todos con el Papa y con los pobres´, y fue una mirada positiva de la cuál, tiene que ser nuestro horizonte; sabiendo que esa tiene que ser la mirada del cristiano”.
En alusión a la misa para defender al Santo Padre, de los agravios del candidato Milei y que tuvo una gran convocatoria, mencionó: “La verdad que fue muy lindo y tuvimos que cambiarle el nombre a la convocatoria, porque decía: ´Curas de Capital y de gran Buenos Aires´, pero se fueron sumando de los barrios de todo el país y entonces, tuvimos que poner: ´Curas de Barrios Populares de todo el país´. Eso fue muy lindo porque significa un avance muy grande de grupo y también una madurez de todo el Clero en la Argentina, para ponerse detrás de un objetivo”.
También se refirió a si en la convocatoria, querían sumarse otros dirigentes. Sobre este tema dijo que “los dirigentes están invitados y nosotros invitamos a todo el mundo, a todos en general. No fue una invitación particular, sino que los dirigentes que van, se sienten realmente llamados porque les gusta y pues, han venido tranquilamente, porque el tema es no excluir a nadie. La puerta está abierta y no se excluye a nadie, porque si no, nunca se podría organizar absolutamente nada”.
Ante la consulta de si leyó el artículo escrito por Carlos Pagni: La liturgia de los curas villeros para inocular a Milei, expresó que no lo leyó, pero indicó que “la forma de escribir de Pagni” -la conoce- “y es bastante serio en lo que hace siempre. En referencia a “los dichos de Milei contra el Papa”, se explayó explicando que “tienen que ser censurados por toda la Iglesia, porque más allá de los votos, el que habla del Papa de esa manera, tiene que ser realmente cuestionado, no solamente por los curas villeros, sino por toda la Iglesia argentina y por toda la Iglesia en general”.
A su vez recordó: “Hace poco, un periodista me preguntaba: ¿por qué ahora, hablan de los dichos de Milei, si son dichos de hace mucho tiempo? Le contesté que, ´no es lo mismo que un colectivero se enoje con el Papa por cualquier cosa, a que un candidato a la presidencia, que posiblemente pueda llegar a ser potencialmente presidente, diga estas cosas´. No es lo mismo, porque cada uno tiene un grado de responsabilidad diferente frente a la realidad y a la sociedad”.
“Entonces, si realmente todos los católicos tomaran esta misma actitud, o, toda la iglesia en su conjunto, tomara la actitud, sería muy positivo”, subrayó.
Además y haciendo hincapié en que los políticos argentinos no atienden a la realidad concreta que atraviesa el país, el Padre “Pepe” Di Paola habló sobre la agenda que estos manejan. Al respecto señaló: “La agenda de los barrios, la agenda de la gente común y sencilla, es la que tiene que estar arriba del escritorio en primer lugar, más allá de las agendas internacionales y de las agendas de los compromisos”.
“Hay veces que te están hablando de temas que no le interesan a la gente y por eso pasa en este tipo de cosas. O sea, la gente necesita que hablen de las cosas que son parte de su vida y de la problemática cotidiana. Y esto que pasó (en las PASO), por eso lo llamo voto-bronca; un voto que es de enojo porque la gente ve que la clase dirigente -sea del partido que sea- está hablando de temas que no son realmente los que afectan la vida de todos los días”, reclamó.
En este sentido reveló que “si no se atiende el barrio, en los lugares más necesitados, no podés nunca pensar en la política. Por eso nosotros cuando decimos que el Estado se pone en forma inteligente y articula con las organizaciones, ahí sí es como que surgen políticas que solucionan problemas. Pero cuando no lo hace de esa manera, ahí aparecerán más problemas e inconvenientes, sin duda”, concluyó
El Padre Pepe Di Paola, el cura villero que lucha contra la droga.
Es sacerdote del clero diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires. Durante 13 años estuvo a cargo de la parroquia de la Villa 21.
Creó el Hogar de Cristo, un programa de recuperación de la adicción a las drogas de la Parroquia Virgen de Caacupé del barrio porteño de Barracas.
Actualmente, está al frente de la parroquia de la villa La Cárcova, en San Martín, y es coordinador nacional de la Pastoral Nacional de Drogadependecia y Adicciones de la Conferencia Episcopal Argentina.
Curas villeros
Curas villeros es un movimiento de sacerdotes de la Iglesia católica surgido en Argentina a fines de la década de 1960 que viven en las villas o barriadas precarias y que promueve el compromiso activo y la acción pastoral con las personas que la habitan.
El movimiento de curas villeros se relaciona en sus orígenes con el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, con la Teología de la liberación y con la opción por los pobres.
Tiene como referente al sacerdote Carlos Mugica, asesinado en 1974 por un grupo parapolicial, considerado como mártir por el movimiento.
El papa Francisco cuando fue arzobispo de Buenos Aires creó institucionalmente la Vicaría de Villas de Emergencia.