Ley de Bases: el mercado aguarda con expectativa la aprobación del Congreso para desatar una euforia financiera


El reciente rechazo de la Corte al planteo de La Rioja contra el DNU 70 ha marcado un cambio de tono en el escenario político. La colaboración emergente con Milei y el renovado optimismo en el Gobierno están insuflando al mercado argentino con una nueva dosis de confianza.

Durante la última semana, el Gobierno ha sorteado con éxito los embates del complejo entorno internacional sobre los activos nacionales. El miércoles marcó un punto de inflexión, especialmente para los bonos soberanos que mostraron signos de recuperación.

El próximo lunes, se espera con expectación el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el estado de las finanzas públicas. Fuentes oficiales adelantan la posibilidad de que se celebre la recuperación de los superávits gemelos, perdidos durante más de una década.

Sin embargo, la estabilidad fiscal, aunque esencial, comienza a ser una variable asumida. La verdadera atención se centra ahora en las reformas y leyes que podrían garantizar la sostenibilidad del ajuste.

El proyecto de Ley de Bases que se discutirá en el Congreso está generando una anticipada efervescencia en el mercado. Aunque el enfoque es más moderado que el anterior DNU de Milei, suspendido por la Justicia, su aprobación marcaría un hito en una materia discutida durante más de dos décadas y desafiaría la oposición sindical.

El respaldo judicial al DNU 70 de La Rioja ha enviado una señal clara: la política debe resolver sus propios asuntos. Con una posible reforma laboral y avances en otros flancos legales, el mercado vislumbra un motivo de celebración.

Pero la atención no solo proviene de los inversores locales. El Fondo Monetario Internacional sigue de cerca los acontecimientos, evaluando la capacidad de Milei para implementar sus promesas y asegurar la gobernabilidad.

Aunque los frutos de estas medidas podrían no verse hasta el segundo semestre, la aprobación de las leyes podría impulsar rápidos avances. Caputo apunta a cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, respaldado por una señal de confianza del organismo de al menos 15.000 millones de dólares.

En Washington, Caputo ha sabido jugar sus cartas, revirtiendo el impacto negativo en los mercados emergentes y reafirmando el compromiso del Gobierno con su programa.

El respaldo del FMI, aunque no es necesario por el momento, se suma al optimismo del mercado, disipando las dudas sobre la sostenibilidad de los avances fiscales y externos.

Con estas señales alentadoras, el horizonte argentino se perfila hacia una nueva etapa de optimismo y crecimiento, siempre y cuando el Congreso dé luz verde a las tan esperadas reformas. Infobae