En un mensaje enviado en nombre del papa León XIV por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, el pontífice instó a que el desarrollo y uso de la inteligencia artificial (IA) esté guiado por la responsabilidad, el discernimiento ético y el compromiso con el bien común. El mensaje fue remitido con motivo de la Cumbre AI for Good 2025, organizada por las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, del 7 al 11 de julio.
El Papa expresó su agradecimiento a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que celebra su 160.º aniversario, por sus esfuerzos en acercar las tecnologías de la comunicación a toda la humanidad. Sin embargo, alertó que todavía 2.600 millones de personas en el mundo carecen de acceso a estos avances, especialmente en contextos rurales y de bajos recursos.
“La humanidad se encuentra en una encrucijada”
En el mensaje leído por el cardenal Parolin ante los líderes y especialistas internacionales presentes en la cumbre, León XIV advirtió que la humanidad atraviesa una “encrucijada histórica” ante el avance de la revolución digital impulsada por la inteligencia artificial, que ya transforma profundamente la educación, el trabajo, la salud, el arte, la administración pública, el ámbito militar y las comunicaciones.
Frente a ese escenario, llamó a una gobernanza ética, tanto local como global, que garantice la protección de la dignidad humana y de las libertades fundamentales.
Tecnología con valores humanos
El Papa subrayó que, si bien la IA puede simular el razonamiento humano y realizar tareas con gran eficiencia, “no puede replicar el discernimiento moral ni la capacidad de construir relaciones auténticas”. Por ello, insistió en que todo avance tecnológico debe ir acompañado del respeto a los valores humanos y sociales, del juicio consciente y del fortalecimiento de la responsabilidad personal y colectiva.
“La transformación trascendental que estamos presenciando requiere responsabilidad y discernimiento, para asegurar que la IA se desarrolle y utilice para el bien común, construyendo puentes de diálogo y promoviendo la fraternidad”, afirmó el pontífice.
Llamado a una gobernanza coordinada
León XIV enfatizó que la responsabilidad ética de la inteligencia artificial no solo recae en quienes la desarrollan o gestionan, sino también en quienes la emplean. En ese sentido, pidió a los líderes reunidos en Ginebra que trabajen por una regulación global coordinada que se funde en el reconocimiento de la dignidad intrínseca de toda persona humana.
Como cierre de su mensaje, el Papa evocó el concepto de tranquillitas ordinis, la “tranquilidad del orden” según san Agustín, y alentó a construir un orden social más justo, relaciones pacíficas y sociedades al servicio del desarrollo integral de la familia humana. Aseguró, además, sus oraciones por todos los que trabajan desde el campo de la tecnología en favor del bien común.