En el marco del décimo aniversario de la encíclica Laudato si’ del papa Francisco, el papa León XIV exhortó a los fieles a asumir con mayor compromiso el cuidado de la “casa común” y recordó que “no podemos amar a Dios despreciando a sus criaturas”.
El pontífice se dirigió a los participantes de la conferencia Brindando esperanza para la justicia climática, organizada por el Movimiento Laudato Si’ en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo. Allí expresó su gratitud por el legado de Francisco y destacó cómo su mensaje inspiró a escuelas, diócesis, programas académicos y diálogos internacionales en la última década.
“La encíclica Laudato si’ se convirtió en fuente de diálogo y ha dado origen a reflexiones, proyectos y colaboraciones en todos los continentes. Sus directrices fueron apreciadas incluso fuera de la Iglesia, pues muchas personas se sintieron comprendidas y apoyadas”, afirmó León XIV.
El Papa señaló que los desafíos ambientales, sociales y espirituales identificados en 2015 siguen siendo más actuales que nunca y advirtió que el cuidado de la casa común no debe reducirse a “una moda pasajera o a un motivo de división”.
Ecología integral y conversión del corazón
León XIV subrayó que el cuidado de la creación exige una “verdadera conversión ecológica” que nace en lo más profundo del corazón humano.
“No podemos amar a un Dios que no vemos y, al mismo tiempo, despreciar a sus criaturas. Tampoco podemos llamarnos discípulos de Cristo sin compartir su mirada sobre la creación y su preocupación por todo lo frágil y herido”, remarcó.
Inspirado en la espiritualidad de San Francisco de Asís, el pontífice animó a cultivar cuatro dimensiones esenciales de la vida cristiana: la relación con Dios, con los demás, con la naturaleza y consigo mismo. “Somos una sola familia humana que vive en un mismo planeta, y debemos cuidarlo juntos”, dijo.
Llamado a la unidad y a la acción
El Papa insistió en que las soluciones a la crisis ambiental no pueden limitarse a esfuerzos individuales, sino que requieren grandes decisiones políticas. Invitó a organizaciones sociales, comunidades y ciudadanos a presionar a los gobiernos para implementar regulaciones y controles más estrictos.
También expresó su esperanza en las próximas cumbres internacionales, como la COP30 sobre Cambio Climático (2025), la 53ª Sesión Plenaria del Comité de Seguridad Alimentaria y la Conferencia del Agua (2026), para que “se escuche el clamor de la Tierra, de los pobres, de las familias, de los pueblos indígenas, de los migrantes forzados y de los creyentes de todo el mundo”.
En su cierre, León XIV dejó una reflexión abierta: “Dios nos preguntará si hemos cultivado y cuidado el mundo que creó para el bien de todos y de las generaciones futuras, y si hemos cuidado de nuestros hermanos y hermanas. ¿Cuál será nuestra respuesta?”.

