El nuevo pontífice de la Iglesia Católica, León XIV, se presentó este jueves ante el mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde dirigió sus primeras palabras como Papa, marcadas por un fuerte llamado a la paz y un mensaje de continuidad con el legado de su predecesor, el Papa Francisco.
El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez, también ciudadano peruano, fue elegido por el Colegio Cardenalicio como el nuevo obispo de Roma, adoptando el nombre de León XIV. La elección fue anunciada con el tradicional “Habemus Papam” por el cardenal protodiácono Dominique Mamberti, luego de que la emblemática humareda blanca saliera de la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando que el cónclave había alcanzado una decisión.
Desde el balcón, León XIV se dirigió a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro y al mundo entero con un mensaje centrado en la fe, la esperanza y la paz. “El mal no prevalecerá”, aseguró, e invitó a todos los pueblos a colaborar en la construcción de “puentes de paz” y en la búsqueda de la justicia, “sin miedo”.
Durante su alocución, expresó su gratitud al Papa emérito con un emotivo: “¡Gracias al Papa Francisco!”, reconociendo así el legado pastoral y espiritual dejado por su antecesor. En otro gesto significativo, saludó en español a su “querida diócesis de Chiclayo”, en Perú, donde sirvió como misionero agustino por muchos años.
El pontífice recordó que “Dios nos ama a todos incondicionalmente”, reafirmando la vocación universal de la Iglesia y el mensaje de misericordia que ha caracterizado los últimos pontificados.
Antes de su aparición pública, León XIV aceptó formalmente su elección en el interior del Palacio Apostólico, siguiendo el protocolo establecido por el documento vaticano Universi Dominici Gregis. Luego fue conducido a la llamada Sala de las Lágrimas, donde se revistió por primera vez con la sotana blanca, símbolo del inicio de su servicio como sucesor de Pedro.
Con la elección de León XIV, la Iglesia Católica abre una nueva etapa marcada por la esperanza, la continuidad y un renovado compromiso con la paz entre las naciones.