El papa León XIV presidió este martes un multitudinario encuentro interreligioso de oración por la paz en el Coliseo de Roma, organizado por la Comunidad de San Egidio bajo el lema “Atrévete por la paz”. La ceremonia reunió a líderes cristianos, musulmanes, judíos, budistas y de otras religiones, en una manifestación conjunta contra la guerra y la violencia que afectan al mundo.
En su discurso de clausura, el Pontífice lanzó un llamado enérgico a la comunidad internacional: “El mundo tiene sed de paz: necesita una verdadera y sólida era de reconciliación, que ponga fin a la opresión, a los despliegues de fuerza y a la indiferencia ante la justicia”, expresó.
“¡Basta ya de guerras, con sus dolorosos cúmulos de muerte, destrucción y exilio! La oración es una gran fuerza de reconciliación”, añadió.
León XIV advirtió además sobre el uso indebido de la religión para justificar conflictos, y reafirmó con firmeza: “La guerra nunca es santa; solo la paz es santa, porque es querida por Dios”.
Durante la ceremonia, celebrada frente al Arco de Constantino, representantes de distintas religiones rezaron según sus tradiciones, antes de converger en una oración común por las víctimas de los conflictos armados. Un refugiado sudanés compartió su testimonio, seguido por un minuto de silencio.
El Papa invitó a no resignarse ante la violencia ni acostumbrarse a la guerra como parte inevitable de la historia humana: “¡Basta! Es el clamor de los pobres y de la tierra. ¡Señor, escucha nuestro clamor!”, exclamó entre los aplausos de los presentes.
León XIV también destacó la necesidad de una “cultura de la reconciliación” que sustituya a la “globalización de la impotencia” y defendió el diálogo, la negociación y la cooperación como vías eficaces para resolver los conflictos.
“Nos hacemos eco del anhelo de paz del pueblo. Somos la voz de quienes no tienen voz. Si el mundo no escucha, Dios escuchará nuestro clamor”, afirmó.
El encuentro, que se desarrolló del 26 al 28 de octubre, coincidió con el 60º aniversario de la declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II, sobre las relaciones de la Iglesia Católica con otras religiones.
“Reafirmamos el compromiso de diálogo y fraternidad querido por los padres conciliares, que tantos frutos ha dado”, subrayó el Papa.
La jornada culminó con la lectura del Llamado a la Paz, un documento que exhorta a los líderes políticos a asumir la paz como prioridad: “Poner fin a la guerra es un deber ineludible ante Dios”, señala el texto. Los niños presentes entregaron simbólicamente el mensaje a los representantes políticos, en un gesto de esperanza y futuro.
El acto concluyó con un intercambio de gestos de paz entre los asistentes, evocando el histórico encuentro de Asís de 1986, convocado por san Juan Pablo II, a quien León XIV recordó como “pionero del diálogo entre religiones”.
La próxima edición del Encuentro Internacional de Oración por la Paz se celebrará en 2026 en Asís, con motivo del 40º aniversario de aquella primera convocatoria.