El Papa León XIV visitó este martes la Curia General de los agustinos en Roma, donde celebró la misa del mediodía y compartió el almuerzo con sus hermanos de la Orden, según informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El Pontífice, perteneciente a la Orden de San Agustín y ex superior general durante doce años, llegó antes del mediodía en su vehículo, que fue visto por los fieles que se encontraban en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro. Al reconocerlo, muchos lo saludaron, y el Papa les respondió con una bendición desde la ventanilla.
El padre Pasquale di Lernia, secretario general de la Orden, expresó que León XIV es “un hombre de paz, capaz de escuchar sin prisa”, destacando su humildad, mansedumbre y atención a la vida comunitaria. Recordó que durante su tiempo como prefecto del Dicasterio para los Obispos, “aunque no residía aquí, estaba presente diariamente para la misa y la oración”, y mantenía una estrecha relación con la Curia General “hasta el día del cónclave”.
También subrayó la fidelidad del Pontífice a su vida religiosa: “Nunca interrumpió su relación con la Orden. Podemos decir que ésta es su naturaleza particular: integrarse plenamente en los diversos ministerios y, al mismo tiempo, conservar el amor por la vida comunitaria”.
Al hablar de las virtudes agustinianas presentes en León XIV, el padre di Lernia mencionó “la humildad, que para san Agustín era la virtud fundamental, y la aspiración a la paz”, recordando que “mencionó la paz diez veces en su discurso de saludo”. “Es un agustino, un hombre de paz que busca la unidad en la verdad”, concluyó.
Aunque muchas órdenes religiosas tienen su sede en las cercanías del Vaticano, la relación entre los agustinos y la Santa Sede ha sido siempre significativa. La fundación histórica de la Orden fue promovida por iniciativa de la Curia Romana, y Roma continúa siendo el centro de unidad de esta familia espiritual. AICA