Durante la audiencia general de este miércoles, el Papa León XIV destacó la importancia de reflexionar sobre la muerte para comprender el poder de la Resurrección de Cristo y redescubrir el sentido de la vida.
El pontífice señaló que tomar conciencia de la finitud de la existencia “nos enseña a elegir qué queremos realmente hacer de nuestra vida” y subrayó que la oración es clave para “comprender lo que realmente trae el Reino de los Cielos y soltar lo superfluo que nos ata a lo pasajero”.
En la catequesis titulada “La resurrección de Cristo y los desafíos del mundo contemporáneo”, parte de la serie “Jesucristo, nuestra esperanza”, el Papa reflexionó sobre cómo la muerte ha dejado de ser un tema presente en la vida cotidiana. “La muerte parece ser un tabú, un acontecimiento del que se habla en voz baja para no perturbar nuestra tranquilidad”, afirmó, destacando que muchas personas hoy evitan incluso visitar los cementerios.
León XIV también se refirió a los avances científicos y tecnológicos que buscan prolongar la vida humana, cuestionando si la ciencia puede garantizar que una existencia sin muerte sea verdaderamente feliz. “Los humanos somos conscientes y al mismo tiempo impotentes ante la muerte”, explicó, subrayando la paradoja de la condición humana frente a la finitud de la vida.
Como respuesta a estas inquietudes, el Papa presentó la Resurrección de Cristo como el centro de la esperanza cristiana: “Nos revela que la muerte no se opone a la vida, sino que es parte de ella, como paso hacia la vida eterna”. Según el pontífice, la Resurrección permite mirar la muerte como un tránsito hacia la plenitud y la felicidad eterna, liberando del miedo a desaparecer y preparando para la vida sin fin.
El Papa concluyó recordando que, a la luz de la Resurrección, la muerte puede ser considerada “hermana”, siguiendo la enseñanza de san Francisco de Asís, y que esperarla con esperanza fortalece el sentido de nuestra existencia y nuestra relación con la eternidad.