“La violencia narco en Rosario pone a prueba la visión de Estado pequeño de Milei”: alerta del Financial Times


“La violencia en la capital argentina de la droga pone a prueba la visión de Estado pequeño de Javier Milei”, se titula la crónica firmada por la periodista Ciara Nugent para el Financial Times, desde la ciudad de Rosario. El artículo, publicado este lunes 1° de abril, realiza un repaso sobre la escalada de violencia que vivieron los rosarinos en las últimas semanas – con la muerte de cuatro víctimas elegidas al azar por las bandas de narcotraficantes – y hace foco en la preocupación que despierta en dirigentes locales el recorte a los recursos provenientes del gobierno nacional, a raíz del ajuste que impulsó el Presidente.

“Milei, un autodenominado ‘anarcocapitalista’ empeñado en reducir el abultado Estado argentino, ha recortado drásticamente la financiación de Santa Fe y otras provincias en su campaña para acabar con el déficit fiscal crónico de Argentina. Milei ha eliminado casi por completo las transferencias federales discrecionales, que representaban el 8% del presupuesto de Santa Fe en 2023″, reseña la cronista del prestigioso medio británico.

Más adelante, agrega otro dato duro: “El gobierno de Milei también ha paralizado el 88% de los proyectos de obras públicas de Argentina, que, según él, son una fuente de corrupción. Entre los proyectos paralizados figura la regeneración de un barrio marginal de Rosario”.

“El portavoz de Milei – en referencia a Manuel Adorni – declaró al Financial Times que no se habían destinado fondos adicionales para ayudar a Santa Fe a hacer frente a las bandas, más allá de la provisión de fuerzas de seguridad. Sin embargo, funcionarios provinciales de Rosario dijeron que se necesitaría algo más que un refuerzo de la seguridad para resolver el problema”, indican.

En contraste, el artículo advierte sobre la preocupación que deriva de esta situación, al señalar que las bandas criminales suelen aprovecharse de los jóvenes de barrios marginales utilizándolos como mano de obra para delinquir. “En un barrio obrero de las afueras de Rosario, las casas de bloques de hormigón de una sola planta y las calles semipeatonales están salpicadas de los llamados búnkeres: agujeros en la pared del tamaño de un ladrillo que funcionan como improvisadas tiendas de barrio donde los chicos -conocidos por los lugareños como ‘soldaditos’- venden droga”, consigna la periodista.

“A unas manzanas de distancia, varios adolescentes esperan sentados en el húmedo patio de un pequeño centro comunitario a que les sirvan una pizza para almorzar. El centro, que tiene una biblioteca y acoge clases de boxeo, fútbol y robótica, recibe financiación municipal, provincial y nacional, dijo su responsable, que no quiso dar su nombre por razones de seguridad”, agrega. Más adelante, cita el testimonio del referente social: “´Este es el último eslabón de la cadena, porque más allá de este lugar, estos niños no tienen otro lugar adonde ir que [las calles], dijo. Desde diciembre no recibimos financiación de ningún nivel. A finales de marzo se acaba. No sé qué pasará después´”.

El artículo reconstruye que los hechos de violencia se agudizaron en febrero, cuando “apareció un mensaje en una sábana blanca colgada sobre un puente de Rosario, ciudad portuaria fluvial de 1,3 millones de habitantes en Argentina, en el que se advertía de la inminente ´muerte de inocentes´ si el gobierno provincial continuaba con la represión de los mafiosos”.

“Cuna de personajes tan conocidos como el revolucionario Che Guevara o la superestrella del fútbol Lionel Messi, Rosario se ha dado a conocer más recientemente por un motivo diferente: se ha transformado en un centro de tráfico de drogas a medida que los grupos latinoamericanos aumentaban las exportaciones de cocaína para satisfacer la creciente demanda de Europa y Estados Unidos”, describe.

“En marzo, una oleada sin precedentes de ataques de bandas a civiles mató a cuatro personas y desencadenó varias huelgas paralizantes de los trabajadores del transporte en la ciudad. Los asesinatos conmocionaron a Argentina, que nunca ha sufrido el nivel de violencia del narcotráfico que afecta a otros países de la región, como Colombia y México”, analiza Nugent.

“La violencia también ha puesto de manifiesto el reto que supone hacer frente a la delincuencia relacionada con las drogas en medio de una grave crisis económica”, indica yendo al meollo de su planteo. “Milei obtuvo un fuerte apoyo de los votantes en Rosario, con el 58% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones de noviembre. Ha desplegado cientos de policías federales en Rosario, ha presentado un proyecto de ley al Congreso que permitiría la intervención del Ejército y se ha comprometido a acusar a los miembros de las bandas de terroristas” sostiene.

En Empalme Graneros, un barrio de clase trabajadora que ha sido un foco de violencia relacionada con las drogas, las fuerzas de la policía federal eran visibles en una de cada dos calles la semana pasada.

Osvaldo Ortolani, de la asociación de vecinos local, dijo que le preocupaba que la presencia policial volviera a los niveles “mínimos” normales si desaparecía la atención nacional. Sin embargo, los asesinatos deliberados de personas ajenas a las bandas pueden tener un impacto duradero, afirmó.

“Antes existía el mito de Robin Hood [sobre los mafiosos]: ‘ese tipo no es tan malo, le conozco, cuidará de nosotros’”, afirmó. “Eso se ha roto. Los códigos se han roto. . . Ahora sólo hay pánico”.

Fuente: Infobae