La diócesis de Posadas recibió en los últimos días la reliquia de primer grado de Santa María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como Mama Antula, la primera santa argentina. La visita comenzó en el Santuario Santa Rita y forma parte de un recorrido más amplio por distintas parroquias e instituciones de la diócesis, en el marco de una misión organizada por las Obras Misionales Pontificias (OMP).
Mama Antula fue canonizada luego de que el papa Francisco autorizara la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a su intercesión. Nacida en Santiago del Estero en 1730 y fallecida en Buenos Aires en 1799, fue una mujer adelantada a su tiempo. En un contexto colonial marcado por estructuras patriarcales y rígidas jerarquías sociales, desafió los mandatos culturales del siglo XVIII: aprendió a leer y escribir, rechazó el matrimonio y la vida conventual, y optó por una vida laical consagrada al servicio de la fe.
A los 15 años decidió no casarse ni profesar como monja, lo que le valió la expulsión del hogar familiar. Más tarde, renunció a su apellido y a los bienes de su familia, adoptando el nombre de María Antonia de San José. Vinculada a la espiritualidad ignaciana, vistió el hábito de beata jesuita en 1745 mediante votos privados y se dedicó a la educación de niños, el cuidado de enfermos y la asistencia a los pobres.
Tras la expulsión de los jesuitas, Mama Antula emprendió una extensa peregrinación para sostener y difundir los Ejercicios Espirituales. Caminó descalza durante once años desde Santiago del Estero hasta Buenos Aires, atravesando varias provincias, organizando retiros, buscando recursos y convocando sacerdotes. En la capital fundó la Casa de Ejercicios Espirituales, que aún hoy permanece en funcionamiento. Por esos retiros pasaron figuras clave de la historia argentina como Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga y el virrey Santiago de Liniers, lo que la convierte también en una figura relevante en los orígenes espirituales de la Patria.
En diálogo con Radio Tupambaé, Natalia Pereyra, referente de las Obras Misionales Pontificias en la diócesis de Posadas, explicó que la reliquia que se encuentra en la provincia es de primer grado, es decir, un fragmento óseo de la santa. “Es una gran bendición para nuestra diócesis. La reliquia llegó el 21 de diciembre y permanecerá en la región hasta el 11 de enero, cuando continuará su camino hacia Corrientes”, señaló.
La visita se enmarca en la preparación espiritual para el Encuentro Nacional de Grupos Misioneros, previsto para mayo de 2026. En este contexto, la reliquia recorre distintas diócesis del NEA con el objetivo de difundir la devoción y dar a conocer la vida y el testimonio de la primera santa argentina.
Durante su paso por Posadas y localidades del interior, la reliquia ya visitó el Santuario Diocesano Santa Rita, la parroquia Santa Catalina, el Seminario, la vicaría Madre Teresa de Calcuta en el Parque de la Salud y diversas parroquias de Posadas, Garupá y Jardín América. Está previsto que continúe su recorrido por parroquias como Nuestra Señora de Itatí, María Auxiliadora, Santos Mártires, San Miguel, Cristo Redentor y el Santuario de Loreto, entre otras. El 5 de enero estará en la parroquia Nuestra Señora de Fátima.
Pereyra destacó también los testimonios de fe que surgen durante la visita. “Muchas personas se acercan por primera vez a conocer su historia y otras comparten experiencias de gracia y sanación atribuidas a su intercesión. Las intenciones quedan registradas en un cuaderno que acompaña a la reliquia”, explicó.
Desde las OMP invitan a la comunidad a informarse sobre los horarios y lugares de visita a través de las redes sociales oficiales, donde pueden encontrarse como OMP Posadas en Instagram y Facebook. La iniciativa busca no solo fomentar la devoción a Santa Mama Antula, sino también renovar el compromiso misionero y dar a conocer el legado espiritual de una mujer que marcó profundamente la historia religiosa y social del país.
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