La relación entre el Gobierno y la Confederación General del Trabajo (CGT) se encuentra en un nuevo punto crítico tras la sorpresiva suspensión de dos reuniones clave del diálogo tripartito. La Secretaría de Trabajo anunció la postergación del encuentro programado para este miércoles, que tenía como objetivo discutir la reglamentación del artículo de la Ley Bases relacionado con los bloqueos sindicales. Además, se canceló otra reunión prevista para el próximo lunes entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, líderes cegetistas y empresarios.
Una alta fuente oficial justificó la suspensión de la reunión de este miércoles alegando que fue solicitada por la CGT debido a la imposibilidad de asistir de uno de sus abogados. Sin embargo, la decisión ha suscitado dudas, dado que Marta Pujadas, abogada de la UOCRA y quien iba a participar en la reunión, se encuentra en Ginebra en una reunión del Comité de Libertad Sindical de la OIT, lo que sugiere que la postergación no fue decidida en el último momento.
A su vez, la postergación del encuentro de la mesa de diálogo, que tenía como objetivo brindar señales de estabilidad en el complejo escenario socioeconómico actual, se presenta como una nueva oportunidad perdida para los sectores involucrados. «El clima no es el indicado y ese encuentro es muy importante para todos en esta etapa», expresó un dirigente de la CGT, señalando la preocupación por anuncios de despidos en organismos estatales y la posible privatización del tren Belgrano Cargas.
Con la negociación en suspenso, se suman nuevas tensiones en un contexto socioeconómico ya complicado, exacerbado por las políticas del gobierno de Javier Milei, que han generado un fuerte repudio sindical. La situación se complica aún más con el inminente paro de sindicatos del transporte programado para el próximo miércoles 30, a lo que se suman otras organizaciones en conflicto.
La CGT, que en días recientes ha mostrado señales de endurecimiento hacia el Gobierno, enfrenta un decisivo momento de presión, donde los líderes sindicales buscan asegurar resultados favorables en medio de un clima de incertidumbre y descontento creciente entre los trabajadores. La cuestión es si se romperá la tregua entre el Gobierno y la CGT o si se encontrará una salida que permita reanudar el diálogo.