La pobreza en Argentina aumentó al 52,9% en el primer semestre de 2024, afectando a 24,9 millones de personas


En el primer semestre del año 2024, la pobreza en Argentina alcanzó al 52,9% de la población, lo que representa a 24,9 millones de personas, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este incremento refleja una suba de 11,2 puntos porcentuales respecto al cierre de 2023, cuando la cifra era del 41,7%, y de 12,8 puntos en comparación con el mismo período del año anterior, que registraba un 40,1%.

El aumento de la pobreza también vino acompañado de un preocupante crecimiento en la tasa de indigencia, que se situó en un 18,1%, lo que implica que 8,5 millones de personas no pudieron cubrir las necesidades alimentarias básicas. Estos números muestran un marcado empeoramiento en comparación con el semestre anterior, cuando la indigencia era del 12%, y con respecto a un año atrás, cuando el indicador se ubicaba en el 9,3%.

Este deterioro socioeconómico se produce durante el primer semestre de la gestión de Javier Milei como presidente, en un contexto de alta inflación y caída del poder adquisitivo. La inflación, que durante la primera mitad del año mantuvo un promedio mensual de 4%, debilitó el poder de compra de los salarios, que aunque comenzaron a recuperarse hacia el final del semestre, no lograron compensar las pérdidas del año anterior.

Impacto en el mercado laboral

Además del incremento en los índices de pobreza, la desocupación también se vio afectada. En el segundo trimestre del año, la tasa de desempleo alcanzó el 7,6%, lo que representa una suba de 1,2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del 2023. En términos absolutos, el número de personas desocupadas ascendió a 1.625.000, un aumento de 336.000 personas en comparación interanual.

La precarización del empleo también fue un factor destacado por los analistas. Mientras que el empleo registrado sufrió la pérdida de 60.400 trabajadores, el empleo informal aumentó con 328.300 nuevos trabajadores no registrados, reflejando un deterioro en la calidad del empleo disponible.

Antecedentes históricos y respuesta gubernamental

El nuevo índice de pobreza es el más alto desde la crisis de 2001, cuando la pobreza alcanzó el 57,5%. A lo largo de los últimos años, los sucesivos gobiernos han enfrentado fluctuaciones en los indicadores sociales, con importantes aumentos en los períodos de transición política y económica. La actual administración de Javier Milei, al igual que las anteriores, ha implementado medidas de asistencia social, como el aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de la Tarjeta Alimentar, que aunque han superado la inflación, no han sido suficientes para revertir el deterioro de las condiciones de vida.

En respuesta a los datos alarmantes, el Gobierno anunció la ampliación de la cobertura de la Tarjeta Alimentar a partir de octubre, con el objetivo de incluir a los menores de hasta 17 años que cumplan con los requisitos establecidos por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Esta medida busca aliviar la situación de los sectores más vulnerables, aunque los analistas advierten que el impacto será limitado si no se controlan los factores macroeconómicos que impulsan la inflación y la precarización laboral. Infobae