La Infancia y Adolescencia Misionera celebró su Jornada Nacional en Posadas con un llamado a la misión y la fraternidad


Julieta Da Veigo, secretaria diocesana de Obras Misionales Pontificias y delegada de la Obra Misional Pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), dialogó con Tupa Mbae sobre la celebración de la Jornada Nacional de la IAM, que tuvo lugar el pasado domingo 25 de agosto en simultáneo con otras diócesis del país. El evento reunió a más de 15 parroquias de la diócesis de Posadas, junto a miembros del Instituto Roque González y del Instituto Inmaculado Corazón de María.

La jornada, celebrada en el Polideportivo del Instituto Superior Santa María, se realizó bajo el lema “Vayan e inviten a todos al banquete”. Además de conmemorar los 181 años de la IAM, se llevó a cabo una misa oficiada por el presbítero Francisco Javier Alegre, quien instó a los jóvenes a seguir con su misión evangelizadora. Durante la ceremonia, se bendijeron los carnets de la IAM, símbolo de pertenencia oficial a la obra misionera.

 

Para comenzar, Da Veigo explicó a la Redacción de La Creíble: “Nos reunimos en el polideportivo del Instituto Superior Santa María, desde las 9:30 hasta las 15:30, para celebrar juntos este importante evento”. Durante la jornada, se trabajaron tres ejes centrales inspirados en el lema de este año: “Vayan e inviten a todos al banquete”. Asimismo, la secretaria diocesana explicó que el día se estructuró en torno a tres momentos clave: la invitación a la misión, el banquete como símbolo eucarístico, y la reflexión sobre el llamado a todos los miembros de la comunidad.

Además de este lema, otro motivo de celebración fue el 181º aniversario de la IAM, resaltando el legado misionero de esta obra. “Fue un día de alegría y comunión, donde recordamos la importancia de nuestra misión y el rol fundamental de los niños y adolescentes en la evangelización”, afirmó.

La jornada también incluyó una misa celebrada por el presbítero Francisco Javier Alegre, director diocesano de Obras Misionales Pontificias. En su homilía, Alegre motivó a los niños, adolescentes y animadores a seguir siendo “amigos de Jesús y a invitar a otros a conocerlo”. Durante la ceremonia, se bendijeron los carnets de la IAM, símbolo de pertenencia oficial a esta obra misionera, y se envió a los participantes a continuar su misión en sus comunidades.

Da Veigo concluyó con un emotivo mensaje característico de la IAM: “De los niños y adolescentes del mundo, siempre amigos”, recordando el espíritu de amistad y fraternidad que une a los jóvenes misioneros en todo el mundo.

La Infancia y Adolescencia Misionera, como Obra Misional Pontificia, impulsa la formación, animación y comunión misionera de niños, adolescentes y sus animadores, fomentando su participación activa en la evangelización global, con especial enfoque en sus pares. Su carisma se basa en la cooperación misionera, ya sea espiritual, material o a través del servicio, con el objetivo de que los niños y adolescentes, al reconocerse como amigos de Jesús, se sientan llamados a acercar más amigos a Él. ¡Siempre amigos, siempre en misión!