«La Iglesia nos llama a salir al encuentro de las familias en sus fragilidades»


Así lo expresó Juan Martínez, coordinador del Secretariado Diocesano para la Familia de Posadas, al compartir en Radio Tupa Mbae las reflexiones surgidas del Encuentro Regional de Pastoral Familiar del NEA, donde se destacó la importancia de acompañar a las familias en sus fragilidades —especialmente en contextos de separación o nuevas uniones— y de caminar unidos en la fe.

Del 25 al 27 de abril se llevó a cabo en la ciudad de Corrientes el Encuentro Regional de Pastoral Familiar del NEA, bajo el lema «Familias: Anímense a caminar en fe y esperanza». En diálogo con el programa Caminando juntos por La Creíble FM 105.9, Juan Martínez —quien junto a su esposa coordina el Secretariado Diocesano para la Familia— relató su vivencia en el evento y compartió profundas reflexiones sobre la realidad de la familia en el contexto actual, los desafíos de la pastoral y el mensaje del Papa Francisco.

«El encuentro se llevó a cabo en la Casa de Retiros de la Merced y reunió a los Secretariados de Familia de las diócesis del NEA: Oberá, Posadas, Santo Tomé, Corrientes, Resistencia y Formosa. Fue una instancia para reflexionar sobre nuestra misión y sobre el llamado de la Iglesia en este tiempo particular, marcado por el legado del Papa Francisco», señaló Martínez.

Una Iglesia que camina junto a las familias

Uno de los ejes del encuentro fue el discernimiento de los desafíos pastorales que atraviesan a las familias del NEA. Martínez destacó la importancia de vivir la Sinodalidad como Iglesia, pero también dentro de cada familia: «La Sinodalidad es caminar juntos, algo que hoy cuesta en una sociedad muy individualista. La Iglesia nos llama a salir al encuentro de las familias en sus fragilidades, especialmente en contextos de separación o nuevas uniones«.

También señaló que muchas veces se pone el foco en los problemas, pero no en cómo acompañar: «Decimos que se perdieron los valores, que las redes afectan, pero no siempre proponemos soluciones. Este encuentro nos desafió a acompañar concretamente, a estar con los otros«.

El llamado a una vocación de plenitud

Martínez subrayó la preocupación por una juventud que ya no se plantea formar una familia como proyecto de vida: «Muchos jóvenes no ven el matrimonio como una opción. No se trata solo de vocaciones religiosas, sino de ayudar a cada joven a descubrir su vocación: al matrimonio, a la vida consagrada o a la soltería, como un llamado de Dios que da sentido».

Desde el Secretariado trabajan junto a otras pastorales para promover ese discernimiento desde la infancia, con catequesis y propuestas misioneras, hasta la juventud: «La plenitud del corazón humano se encuentra cuando sentimos que Dios nos llama a algo. Ahí descubrimos la felicidad«.

Un mensaje de esperanza para las parejas y familias

Al cierre del encuentro, una frase resonó especialmente en el corazón de los asistentes: «Una manzana buena puede sanar todo un cajón podrido«. Martínez explicó que muchas veces se pierde de vista lo bueno en el otro: «Si alguna vez nos unimos como pareja, fue porque hubo algo bueno. Rescatar eso es clave para sanar. Los problemas no deben separarnos, sino unirnos«.

Y concluyó con el mensaje que resume la propuesta del Secretariado Diocesano para la Familia: «Permanecemos juntos también en las diferencias, también en los problemas, porque juntos vamos a solucionar«.