En la Provincia de Misiones, la lucha por la dignidad del trabajo resuena con fuerza en este año. Docentes, personal de salud y fuerzas de seguridad se han unido en un clamor por condiciones laborales justas, reflejando así los principios de la Doctrina Social de la Iglesia que aboga por el respeto a la dignidad humana y la importancia del trabajo.
La Doctrina Social de la Iglesia, con sus raíces profundamente plantadas en la enseñanza y la tradición católica, nos recuerda que “todas las personas tienen derecho a la vida, al alimento, la vivienda, el descanso, el cuidado de la salud, y a un trabajo”. Estos derechos fundamentales, que encuentran su expresión más urgente en las necesidades de los pobres, son el espejo en el que se refleja la sociedad.
En Misiones, los docentes han irrumpido en la Legislatura reclamando un aumento salarial, mientras que la policía y el personal de salud han cruzado fuerzas con las federales en una muestra de descontento y demanda por un reconocimiento justo de su labor. Estos eventos no son aislados, sino que forman parte de un movimiento más amplio que busca reivindicar el valor del trabajo humano.
La enseñanza de la Iglesia ve en el trabajo “una dimensión fundamental de la existencia humana como participación no solo en la acción creadora de Dios, sino también en la acción redentora de Cristo”1. El Papa Francisco, en su constante llamado a la justicia social, ha enfatizado que ninguna persona debe ser privada de los derechos que le permiten vivir con dignidad y desarrollarse plenamente.
El conflicto en Misiones pone de manifiesto la necesidad de diálogo y de búsqueda de soluciones que estén en consonancia con la dignidad del ser humano. La Doctrina Social de la Iglesia nos invita a considerar el trabajo no solo como un medio de subsistencia, sino como una forma de realización personal y de contribución al bien común.
Es esencial que el Gobierno y las instituciones escuchen las voces de los trabajadores y respondan con políticas que aseguren condiciones de trabajo dignas. Como sociedad, debemos juzgarnos por la manera en que tratamos a nuestros trabajadores, especialmente a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
La lucha de los docentes, personal de salud y fuerzas de seguridad es un llamado a la reflexión y a la acción. Es un recordatorio de que el trabajo es un derecho y una bendición, y que cada trabajador es un ser humano con una dignidad intrínseca que debe ser respetada y valorada. Es un llamado a todos, desde los líderes políticos hasta el ciudadano común, a trabajar juntos para construir una sociedad que promueva la dignidad del trabajo y el desarrollo integral de la persona humana.
Como sacerdote y director de este Medio, insto a que este momento de crisis se convierta en una oportunidad para reafirmar los valores de solidaridad y responsabilidad social. Que la voz de los trabajadores sea escuchada y que su dignidad sea el pilar sobre el cual se construya un futuro más justo y equitativo para Misiones y para Argentina.
Padre Leandro Kuchak
Director de Radio Tupambaé