La Cruz como Símbolo de Fe, en la Misa por el Gauchito Gil


Cerca de las 10 de la mañana, en el Barrio Gauchito Gil de la jurisdicción de Itaembé Miní se celebró la Santa Misa pidiendo por el alma del Gaucho Antonio Gil.


Varias familias se acercaron a celebrar la Eucaristía, presidida por el Padre Gervasio Silva, párroco de la Iglesia Jesús Misericordioso, para rezar, pedir y agradecer. El Padre Gervasio decía en su homilía que «la celebración de hoy se enmarca en la  Espiritualidad popular de los fieles católicos, entre los que se encuentran aquellos que son devotos al Gauchito Gil. La Iglesia que es Madre nos pide a los sacerdotes que acompañemos estas formas de devoción»


En las oraciones se pidió a Dios Padre para que, por su misericordia, lo perdone y purifique de los pecado que hubiese cometido en su vida. Y justamente en su vida es donde se observan algunos elementos de la fe católica como: la centralidad de la cruz (que aparece en las imágenes del Gauchito, y por la que pasa también nuestra fe). También otros valores de la vida cotidiana como la solidaridad con los demás, vista en tantos fieles, que comparten lo suyo con los que necesitan; el perdón, que tiene que ver con la cruz, que se perdona a quien hace daño. Porque hasta el mismo Cristo rezó: «Padre perdónalos porque no saben lo que hacen».


«Al Gauchito Gil se le reza pidiendo su intercesión, porque sabemos que el que obra es Dios. Todos tenemos la misión de interceder, rezar por los demás, recibida desde nuestro Bautismo. De hecho, el único documento fiel que hable de la existencia del Gaucho Antonio Gil es su fe de bautismo que se encuentra en la parroquia de Mercedes de Corrientes. Por eso, cuando se le reza al Gauchito, se reza a Dios; y es el Gauchito uno de los  intercesores, como nuestros seres queridos que ya fallecieron o los santos que reconoce la Iglesia».

Al finalizar su reflexión el padre Gerva invitó a «rezar por el descanso eterno del Gaucho Antonio y de otros tantos gauchos que han fallecido, para que nos ayuden ellos y sus valores a acercarnos a Dios. Y no nos olvidemos de nuestra gran Intercesora, la Virgen de Itatí, quien también nos acompaña en esta celebración».


La Santa Misa concluyó con un gesto en el que el Padre Leandro Kuchak, vicario de la Pquia. Jesús Misericordioso, repartió velas bendecidas y la estampita de Nuestra Tiernísima Madre, la Virgen de Itatí, y se rezó por el alma de todos los difuntos de las familias presentes.