La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado un segundo paro general contra el gobierno de Javier Milei, programado para el 9 de mayo. Esta medida de fuerza fue decidida apenas un día después de una reunión con funcionarios nacionales en la Casa Rosada. Además, la CGT planea llevar a cabo una movilización masiva a Plaza de Mayo el 1° de mayo, Día del Trabajador, en protesta contra las políticas gubernamentales.
La decisión fue tomada durante una reunión del Consejo Directivo de la CGT en su sede de Azopardo 802, comenzando a las 14:30 hs. En este encuentro se evaluaron los resultados de las conversaciones mantenidas 24 horas antes con el ministro del Interior, Guillermo Francos; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero.
Hubo divergencias dentro de la CGT respecto al momento oportuno para convocar al paro. Mientras que algunos miembros proponían realizarlo después de la movilización del 1° de mayo para evaluar la respuesta de las bases, otros abogaban por llevar a cabo la medida de inmediato.
No obstante, durante la reunión en la Casa Rosada, los funcionarios gubernamentales no instaron a cancelar o posponer las medidas de fuerza. Por el contrario, expresaron disculpas por no haber convocado previamente a un diálogo y por no haber consensuado la reforma laboral del DNU 70. Asimismo, se comprometieron a discutir en conjunto una «modernización» de la legislación laboral para incluirla en la Ley Bases, sin los aspectos que generaron descontento entre los dirigentes sindicales.
Los representantes del Gobierno también solicitaron el acompañamiento de la CGT durante 2 o 3 meses en acuerdos salariales que no superen la inflación prevista, prometiendo acelerar el ritmo de las homologaciones de los mismos.
En esta reunión estuvieron presentes Héctor Daer y Carlos Acuña, dos de los cotitulares de la CGT, pero no asistió el tercer miembro del triunvirato, Pablo Moyano, siendo sustituido sorpresivamente por su padre, Hugo Moyano, quien planteó la falta de homologación de un aumento salarial del 45% para marzo y abril.
A pesar de cierta distensión entre el Gobierno y la CGT, Moyano accedió a renegociar el convenio colectivo, dejando sin efecto el acuerdo anterior, en un esquema aún en discusión que contemplaría aumentos ajustados al descenso de la inflación, según lo propuesto por el Ministerio de Economía.
El anuncio del paro general y la movilización a Plaza de Mayo evidencian la firme postura de la CGT en su rechazo a las políticas gubernamentales, señalando un nuevo capítulo en las tensiones entre el sector sindical y el gobierno de Milei.