Tras el anuncio inicial que preveía una convocatoria masiva para este viernes en Balcarce 50, el ministro del Interior, Guillermo Francos, informó que se llevarán a cabo reuniones escalonadas con los gobernadores. Este cambio de estrategia surge luego de la convocatoria de Javier Milei para la firma de un Pacto del 25 de Mayo durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.
Si bien se esperaba que todos los mandatarios provinciales se reunieran el viernes, Francos explicó en una entrevista televisiva que se organizarán encuentros por regiones y en diferentes fechas. Esta medida tiene como objetivo final reunir a todos los gobernadores para la firma del acuerdo anunciado por el Presidente.
El ministro destacó que se planteará a los gobernadores un camino hacia el 25 de mayo y se discutirán los 10 principios básicos del acuerdo, así como también los temas pendientes de febrero, incluyendo un acuerdo fiscal para resolver las cuestiones relacionadas con los recursos que se les han quitado a las provincias en el gobierno anterior.
En este sentido, se buscará iniciar un nuevo camino para llegar a acuerdos, por lo que también se tendrán reuniones con los presidentes de bloques de las distintas cámaras legislativas.
Desde la Casa Rosada señalan que todas las medidas están en evaluación y que esperarán a escuchar a los mandatarios antes de tomar cualquier decisión. El capítulo fiscal, por ejemplo, podría incluirse en el próximo paquete de leyes o tratarse por separado. Además, no descartan agregar ejes que no estaban en el proyecto original, como la reforma laboral, penal o previsional.
Esta estrategia de escucha marca un cambio en comparación con la confrontación inicial que caracterizó la gestión anterior. Según funcionarios, este cambio indica un reconocimiento mutuo del poder de ambas partes y la necesidad de trabajar juntos.
A pesar de los puntos de acuerdo que se vislumbran, en las provincias persiste la incertidumbre sobre la propuesta del Gobierno, especialmente en lo referente a la restitución de fondos recortados por falta de apoyo. Desde la Casa Rosada señalan que están dispuestos a escuchar cualquier reclamo, pero advierten que mantendrán sus metas fiscales.