En una gestión de emergencia para evitar un incidente diplomático, Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia, se reunió el jueves con el embajador de Francia en Argentina, Romain Nadal, para presentar disculpas oficiales por los recientes comentarios de la Vicepresidente Victoria Villarruel. La reunión se produjo después de que Villarruel calificara a Francia de “país colonialista” en una declaración pública.
La controversia surgió a raíz de un post en la red social X por parte de Villarruel, en defensa del futbolista Enzo Fernández, quien había sido criticado por una canción con contenido racista. En su mensaje, la vicepresidenta expresó: “Argentina es un país soberano y libre… Ningún país colonialista nos va a amedrentar”. La declaración intensificó el malestar en Francia, agravado por el video de jugadores de la selección argentina entonando cánticos racistas y homofóbicos, que ya había generado una fuerte condena por parte de la Federación Francesa de Fútbol.
El encuentro entre Milei y Nadal, que duró poco más de media hora, se centró en transmitir el desacuerdo del gobierno argentino con las declaraciones de Villarruel. Milei expresó que el gobierno argentino no comparte en absoluto la visión de Francia como “colonialista” y busca mitigar los efectos negativos de la polémica.
Romain Nadal, embajador francés
La situación se torna aún más delicada considerando que el Presidente Javier Milei tiene previsto viajar a París el 25 de julio para la inauguración de los Juegos Olímpicos, donde se encontrará con el presidente Emmanuel Macron. Las declaraciones de Villarruel llegan en un momento crítico, justo antes de este importante encuentro y en medio del conflicto por los cánticos de los jugadores argentinos.
El vínculo entre Javier Milei y Victoria Villarruel ha estado bajo el escrutinio recientemente, con tensiones internas visibles, como el freno a ascensos militares y la ausencia de Villarruel en eventos clave. La reunión de Milei con el embajador francés se presenta como un intento crucial de desactivar el conflicto y preparar el terreno para la visita presidencial a Francia.
La situación pone de relieve la delicada dinámica entre los altos funcionarios del gobierno argentino y su impacto en las relaciones internacionales.