Benjamín Cinto, un estudiante de Ingeniería Mecánica de 24 años, oriundo de Gualeguaychú, Entre Ríos, ha alcanzado la cima de la competición internacional “NASA Challenge: Positive Connections: A Mechanism to Connect on Contact”. Su invención, apodada “llave egipcia”, diseñada en menos de 40 días como parte de un trabajo práctico académico, ha sido elogiada y reconocida por la Agencia Espacial de los Estados Unidos.
Desde temprana edad, Cinto mostró interés por la ingeniería, desarmaba juguetes, impresoras y motos para comprender su funcionamiento. Actualmente, en el último año de su carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Rosario, este logro representa un hito en su carrera académica y profesional.
El desafío, presentado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, implicó la creación de mecanismos de despliegue de estructuras en el espacio, como antenas o paneles solares. De entre los 10 preseleccionados, Cinto se posicionó en el primer lugar, superando a ingenieros y diseñadores de todo el mundo.
La “llave egipcia” diseñada por Cinto se destaca por su peso de menos de 200 gramos, su aerodinamismo, facilidad de fabricación, resistencia y su función simple. El dispositivo, concebido para conectar segmentos de estructuras espaciales, minimiza las posibilidades de activación accidental y se inspira en las cerraduras de la antigua civilización egipcia.
En una entrevista con Infobae, Cinto compartió que el proceso creativo fue desafiante, especialmente al cumplir con los estrictos requisitos de la competencia internacional. Durante el período de diseño, dedicó fines de semana y horas de concentración para modelar y simular el comportamiento del mecanismo en condiciones espaciales, considerando factores como fuerza, temperatura y gravedad.
Además de recibir el reconocimiento del jurado internacional y un incentivo económico, Cinto cede los derechos del diseño al aceptar el premio. Su ambición va más allá de este logro, ya que planea combinar su formación en ingeniería con la robótica, la automatización o la inteligencia artificial, con el objetivo de generar un impacto social a través de la tecnología.
Su próximo proyecto, enfocado en la sustentabilidad, busca diseñar una máquina para producir pellets a partir de residuos de la tala del eucalipto, contribuyendo a reducir el impacto ambiental en su región natal.
Este triunfo no solo destaca el talento individual de Benjamín Cinto, sino que también resalta la importancia de la educación pública en su trayectoria. Su formación en instituciones públicas, desde la primaria hasta la universidad, ha sido un igualador de oportunidades que le ha permitido competir a nivel internacional y seguir los pasos de sus hermanos mayores en el ámbito académico.
Con miras al futuro, Cinto no descarta la posibilidad de trabajar en el extranjero, pero por ahora, su enfoque está en completar su carrera y explorar nuevas oportunidades que combinen sus pasiones en la ingeniería.
Este logro representa no solo un hito personal para Benjamín Cinto sino también un motivo de orgullo para su familia, su comunidad y el ámbito académico argentino. Su capacidad innovadora y su compromiso con el impacto social a través de la tecnología prometen contribuciones significativas en el ámbito de la ingeniería y más allá.
Fuente: Infobae
Foto de Benjamin Cinto: Sebastián Granata