En una entrevista reciente, Javier Milei, actual presidente, reveló que desechó su plan de dolarización económica debido al riesgo de enfrentar un juicio político en su contra. Según sus declaraciones, aunque llegó al cargo con la intención de implementar esta medida, consideró que la política lo llevaría a prisión.
El mandatario detalló que su estrategia consistía en utilizar los activos del Banco Central para adquirir dólares en el mercado, aprovechando la devaluación del peso argentino. Sin embargo, ante la posibilidad de que su gestión fuera interpretada como una estafa por parte de la política, optó por descartar el plan.
En el transcurso de la entrevista con el periodista Kevin Simauchi de la agencia Bloomberg, Milei lamentó la situación salarial en el país, atribuyéndola a dos décadas de políticas populistas. Reconoció que los salarios actuales son «miserables», pero sostuvo que esta condición no se debe a su gobierno.
El presidente expresó su confianza en que los salarios comenzarán a recuperarse con la disminución de la inflación y la eliminación de los controles de capitales, destacando la importancia de sanear el Banco Central para lograr este objetivo. Además, rechazó la propuesta de devaluar el peso frente al dólar, argumentando que no tiene sentido mientras los tipos de cambio oficial y paralelo estén alineados.