Insfrán arrasó en las urnas y se encamina a una reforma constitucional para perpetuarse en el poder en Formosa


El gobernador Gildo Insfrán consolidó nuevamente su hegemonía política en la provincia de Formosa tras imponerse con amplia ventaja en las elecciones provinciales de este domingo. Con más del 65% de los votos escrutados, el oficialismo peronista se impuso en la elección de convencionales constituyentes y legisladores provinciales, fortaleciendo su control absoluto sobre los resortes del poder local.

El triunfo, una constante en la gestión de Insfrán desde hace más de dos décadas, le permitirá avanzar con su principal objetivo político: habilitar una nueva reforma constitucional que le allane el camino para postularse nuevamente a la gobernación en 2027. La reforma buscará anular el artículo que limita la reelección indefinida, justo cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación se disponía a declararlo inconstitucional. La maniobra legislativa ya fue aprobada en la Legislatura unicameral, donde el PJ cuenta con mayoría calificada.

Con el resultado del domingo, el mandatario podrá controlar también la Convención Constituyente que se convocará en los próximos meses para modificar la Carta Magna provincial. Según trascendió, el nuevo texto consideraría que el actual es el «primer período» bajo el nuevo régimen constitucional, lo que habilitaría a Insfrán a competir nuevamente por la gobernación.

El debut de La Libertad Avanza

Un dato destacado de la jornada fue el desempeño de La Libertad Avanza (LLA), que tuvo su primera experiencia electoral en la provincia y logró superar el 10% de los votos. La fuerza liderada localmente por Esteban López Tozzi consiguió instalarse como una tercera opción en un territorio históricamente dominado por el PJ y una oposición tradicional debilitada.

A diferencia de otros distritos, LLA Formosa no contó con el respaldo de figuras nacionales del espacio libertario, lo que acentúa el valor de su desempeño. Con una identidad propia y un discurso diferenciado, la agrupación logró correrse del eje binario que durante años estructuró la política formoseña: estar a favor o en contra de Insfrán.

La oposición tradicional, estancada

La Confederación Frente Amplio Formoseño, encabezada por Gabriela Neme, obtuvo poco más del 21% de los votos y se consolidó como la segunda fuerza, aunque sin poner en riesgo la supremacía del oficialismo. A pesar de los intentos por renovar su estrategia —incluso coqueteando con la narrativa libertaria—, los partidos tradicionales de la oposición no lograron conmover al electorado formoseño.

El resultado evidencia el agotamiento de un discurso centrado exclusivamente en denunciar prácticas clientelares, sin ofrecer alternativas políticas capaces de generar entusiasmo o confianza. La ciudadanía formoseña continúa otorgando mayorías sólidas al peronismo, lo que obliga a la oposición a replantear su vínculo con un electorado al que no puede reducir a una masa manipulada.

Proyección hacia 2027

Con este nuevo aval popular, Gildo Insfrán se encamina a lo que podría ser su última reelección, bajo el argumento de una nueva etapa constitucional. El gobernador formoseño podrá mostrar este triunfo como una validación del llamado «modelo formoseño», consolidando su figura como uno de los caudillos provinciales más longevos del país.

Mientras tanto, el crecimiento de La Libertad Avanza y el estancamiento de la oposición tradicional podrían configurar un nuevo escenario de polarización en los próximos comicios. De mantenerse esta tendencia, el PJ formoseño ya no solo deberá enfrentar cuestionamientos judiciales o políticos, sino una disputa real por el poder desde un sector que, al menos esta vez, logró plantar bandera.