Indulgencia Plenaria en la Fiesta de la Misericordia


La fiesta de la Divina Misericordia es el día propicio para ganarse la remisión total de los pecados, pues el Señor dijo a Sor Faustina: «Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la santa Comunión el día de la fiesta de mi Misericordia» (Diario 1109).

El Señor Jesús le dijo a Santa Faustina:

«Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a mi, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia. Cada alma respecto a Mi, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia» (Diario 699).

«Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi misericordia morirán para siempre» (Diario, 965).

La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos. «…y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia» (Diario, 723).

En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones.

Jesús le pidió a Santa Faustina que se preparara para la celebración de la Fiesta de la Misericordia haciendo una novena que debía comenzar el Viernes Santo. Para celebrar esta Fiesta como Jesús pidió, se comienza con el rezo de la Coronilla y luego con las oraciones que comprenden la Novena. Se comienza el Viernes Santo y se termina el sábado de la siguiente semana, el día antes de la Fiesta de la Misericordia.

Para ganar la Indulgencia Plenaria del día de la Misericordia se debe realizar la Confesión Sacramental luego de un buen examen de conciencia, puede realizarse unos días antes o después de la Fiesta de la Misericordia. Sin embargo, la Comunión Eucarística en estado de gracia, la oración por las intenciones del Santo Padre y la participación en los actos de piedad en honor a la Misericordia Divina deben llevarse a cabo el mismo día de la Fiesta de la Misericordia, el segundo Domingo de Pascua.