El gobierno de Modi confirmó ataques con misiles contra presuntos campamentos terroristas en territorio pakistaní. Islamabad promete represalias y la ONU advierte sobre el riesgo de una confrontación entre potencias nucleares.
En una peligrosa escalada del conflicto en Cachemira, India confirmó este miércoles que atacó nueve objetivos en territorio pakistaní con misiles de precisión. El gobierno de Narendra Modi sostuvo que los blancos eran campamentos desde donde se habrían planeado ataques terroristas como el ocurrido en Pahalgam, donde 26 personas murieron el mes pasado.
La operación, denominada “Operación Sindoor”, fue lanzada durante la madrugada e incluyó tres misiles disparados hacia la región de Jammu y Cachemira administrada por Pakistán, según fuentes oficiales indias. Las Fuerzas Armadas aseguraron que las acciones fueron “concentradas, mesuradas y sin escaladas”, y que no se atacaron instalaciones militares paquistaníes.
Por su parte, el ejército de Pakistán reportó que los misiles impactaron en tres lugares: dos en Cachemira y uno en la ciudad de Bahawalpur, en la provincia de Punjab. Al menos tres personas murieron, según confirmaron fuentes oficiales, mientras que periodistas en el terreno reportaron fuertes explosiones en la zona.
El teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, vocero del ejército paquistaní, calificó el ataque como “una atroz provocación” y afirmó que su país “responderá en el momento que considere oportuno”.
India atribuye el atentado de Pahalgam al grupo extremista Lashkar-e-Taiba, vinculado históricamente con ataques en suelo indio y reconocido por la ONU como una organización terrorista. En redes sociales, el ejército indio publicó frases como “Se hizo justicia” y “¡Jai Hind!” (Victoria para India), acompañadas del hashtag #PahalgamTerrorAttack.
El primer ministro Modi reafirmó su promesa de castigar a los responsables del atentado. “Identificaremos, rastrearemos y castigaremos a todos los terroristas y a sus patrocinadores”, aseguró.
Además de la ofensiva militar, India suspendió su parte del Tratado de las Aguas del Indo, vigente desde hace 65 años, lo que provocó una nueva advertencia de Pakistán, que calificó la medida como un “acto de guerra”. “El agua de India antes salía al exterior, ahora fluirá hacia India”, declaró Modi en un reciente discurso en Nueva Delhi.
La comunidad internacional sigue con atención la situación. El Secretario General de la ONU advirtió que “el mundo no se puede dar el lujo de una confrontación militar entre India y Pakistán”. En medio de las tensiones, Irán ha ofrecido su mediación. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, llegará este miércoles a Nueva Delhi tras mantener conversaciones con el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, dos días antes.
India y Pakistán, ambos con capacidad nuclear, han librado tres guerras desde su independencia y mantienen un conflicto abierto por la región de Cachemira, donde desde 1989 persiste una insurgencia armada con apoyo, según India, desde territorio paquistaní.
Desde el atentado del 22 de abril, se han intensificado los enfrentamientos a lo largo de la Línea de Control en Cachemira, según informes del ejército indio. En paralelo, Pakistán realizó recientemente pruebas con misiles tierra-tierra, y Nueva Delhi inició ejercicios de defensa civil para preparar a la población ante eventuales ataques.
El riesgo de una escalada mayor mantiene en alerta a la región y al mundo entero. Infobae