La Diócesis de Posadas concluyó el Año Jubilar 2025 con una emotiva Eucaristía en la Catedral San José. En su homilía, el obispo resaltó los pilares de la vida cristiana —humildad, amor y esperanza activa— e invitó a la comunidad a vivir su fe con compromiso y alegría durante la Navidad.
Durante la Misa de Nochebuena, transmitida a toda la provincia por Radio Tupambaé y Canal 12, Mons. Juan Rubén Martínez celebró el nacimiento de Jesús y el cierre del Año Jubilar 2025. Recordó que la fe cristiana se centra en los misterios de la Encarnación y la Pascua, y destacó los 1.700 años del Concilio de Nicea, que afirmó que Jesús es “verdaderamente Dios y verdaderamente hombre”.
El obispo subrayó los tres pilares de la vida cristiana: la humildad, reflejada en la sencillez del nacimiento de Jesús; el amor, que nos enseña a atender especialmente a los más necesitados; y la esperanza activa, que permite mantener la fe incluso en la adversidad. Con esta celebración, la comunidad diocesana fue invitada a vivir su fe con humildad, amor y compromiso, siguiendo el ejemplo de Jesús desde el pesebre.
En su mensaje, Mons. Martínez destacó el verdadero significado del nacimiento de Jesús, invitando a los fieles a reflexionar sobre la humildad, el amor y la esperanza como valores esenciales de la vida cristiana.
El obispo recordó que la Navidad no es simplemente una festividad, sino la manifestación del amor de Dios en la encarnación de su Hijo. “Celebramos a un Dios que nace, que es verdaderamente hombre y verdaderamente Dios”, afirmó, en el marco del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, que proclamó esta doctrina central de la fe.
Durante su reflexión, Mons. Martínez destacó que Jesús vino al mundo en la humildad de un pesebre, lejos de las expectativas de un Mesías glorioso y poderoso. Según señaló, la humildad es la puerta para acceder al Reino de Dios y alcanzar la verdadera felicidad. Además, hizo hincapié en el amor de Dios, que se ofrece gratuitamente y nos enseña a cuidar de los demás, especialmente de los más necesitados. “Amar es dar la vida”, subrayó, recordando que la fe cristiana se traduce en gestos concretos de solidaridad y atención a los pobres.

La Cruz del Jubileo
El obispo también invitó a mantener una esperanza activa frente a las dificultades de la vida. Citó la experiencia de San Juan de la Cruz, quien, incluso en situaciones extremas, no perdió la fe y escribió obras místicas que siguen inspirando a los creyentes. “Aun en el sufrimiento, la vida triunfa sobre la muerte”, enfatizó, destacando la centralidad de la Pascua en la comprensión cristiana del dolor y la esperanza.
Mons. Martínez concluyó su mensaje instando a los fieles a vivir estas enseñanzas en la vida cotidiana: “Queremos ser cristianos de verdad, creyendo en el amor de Dios y siendo sus testigos”, afirmó, invitando a que la celebración de la Nochebuena se traduzca en un compromiso activo con la fe y con los demás.

La Catedral de San José de Posadas exhibe su tradicional pesebre de Navidad
Fotos: Rocío Ayala – Pastoral de Comunicación

