En una manifestación sin precedentes, la Plaza de Mayo se convirtió en el epicentro de la voz unificada de estudiantes, docentes, líderes políticos y sociales, así como sindicatos, durante la masiva Marcha Federal Universitaria. La exigencia fue clara: un mayor presupuesto para sostener la educación pública y un rechazo rotundo al recorte ejecutado por el gobierno de Javier Milei.
Bajo el cielo porteño, representantes universitarios leyeron un enérgico manifiesto, denunciando los estragos de las políticas de ajuste gubernamentales en el sistema educativo. Desde la Ciudad de Buenos Aires hasta las plazas de otras ciudades, la multitud marchó al unísono, demandando un compromiso real con la educación superior pública y gratuita.
El documento elaborado por el Consejo Interuniversitario Nacional, la Federación Universitaria Argentina y el Frente Sindical de Universidades Nacionales resonó con fuerza: las universidades son pilares fundamentales de la democracia y el progreso social, y su acceso debe ser garantizado para todos sin restricciones.
El reclamo no solo apuntó al ajuste en los gastos de funcionamiento y la paralización de obras de infraestructura, sino también al congelamiento de las partidas salariales, que ha dejado a trabajadores y trabajadoras en una situación precaria.
En palabras contundentes, los manifestantes declararon su firme determinación: ni los sueños ni el futuro de la educación pública estarán en juego. La inversión en ciencia, tecnología y educación es la clave para desafiar las desigualdades y avanzar hacia un futuro de desarrollo y soberanía.
Desde la emblemática Plaza de Mayo hasta cada rincón del país, la marcha resonó como un llamado urgente a la defensa de un derecho fundamental: la educación pública. En palabras de Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, la universidad pública, libre y gratuita es una conquista que no será sacrificada, pues representa el presente y el futuro de la patria.
El comunicado completo: