“Atajar y ser titular” en la Selección Argentina fue la promesa que Emiliano Martínez le hizo a su hermano tiempo atrás. Y cumplió: debutó con la Albiceleste por las Eliminatorias Sudamericanas y, desde entonces, se convirtió en el dueño del puesto hasta convertirse en héroe la consagración en el Mundial de Qatar 2022. Sin embargo, antes de este presente tuvo que reponerse de varias adversidades: rechazado por Boca y River, llegada a Independiente y un debut lejos del país.
Los inicios de Dibu Martínez: rechazado por River y Boca, lo acobijó Independiente y pegó el salto a Inglaterra
Nacido en Mar del Plata hace exactamente 31 años, Dibu, apodado así en la pensión de Independiente, realizó las Inferiores en el Rojo, pero no llegó a debutar en Primera División. En 2009, luego de su participación en el Sudamericano Sub-17 de aquel año, Julio Comparada -presidente de la entidad de Avellaneda- lo llamó a su oficina. “Buenísimo, voy a ganar unos pesos más”, pensó. Estaba equivocado. Lo que el mandamás quería comunicarle era que lo habían visto del Arsenal de la Premier League y que tenía que viajar a Inglaterra. Acto seguido, el dirigente buscó a Miguel Ángel Santoro: “Sos el indicado para acompañarlo“, le dijo. Allí fueron: diez días de pruebas, charlas y dudas. “Tenés que aprovechar la oportunidad”, le dijo Pepé. Y se quedó.
Claro, a esa altura Santoro ya se había convertido en un consejero personal y profesional para el arquero luego de convivir cuatro años en la pensión, alejado de su Mar del Plata natal. Él había visto en Martínez algo que no pudieron divisar los técnicos de Boca y River, primeras instituciones en las que se fue a probar y lo rechazaron. Su “rapidez y elasticidad” fue lo que ponderó Pepé de aquel inexperimentado Dibu, además de su imponente físico, ya que cuando arribó al Rojo medía 1.74 metros y, cuando se marchó, se acercaba al 1.95.
Con este panorama, parece una historia feliz, sin obstáculos ni piedras en el camino, pero no fue así. Martínez también tuvo que atravesar momentos difíciles desde aquel vuelo de 2009 a suelo londinense, donde iba a extrañar a su familia, amigos y no sabía el idioma. En las juveniles del equipo de la capital inglesa se asentó, pero al momento de llegar al profesionalismo comenzaron las cesiones: ¡seis en total! Oxford United, Sheffield Wednseday, Rotherham United, Wolverhampton, Getafe y Reading, el club en el que mejor le fue, quedando al tope en varias estadísticas del Championship, la complicada Segunda de Inglaterra.
“Atajar y ser titular” en la Selección Argentina, la promesa de Dibu Martínez
“Él quiere atajar y ser titular en la Selección Argentina”, explicó tiempo atrás su representante Gustavo Goñi cuando Emiliano no lograba que el Arsenal le asegure la titularidad bajo sus tres palos.
Ante esa situación, Aston Villa le abrió sus puertas, decidió ficharlo a cambio de 22 millones de libras y, tras estampar su firma al contrato, el marplatense se convirtió en el arquero argentino más caro de toda la historia. En el conjunto de Birmingham no solo le alcanzó para aparecer en el radar de Lionel Scaloni, sino para agigantar su figura de arquero total: presencia, reflejos, juego con los pies y aéreo, seguridad y voz de mando.
Su debut en la absoluta recién se dio en 2021, cuando Scaloni lo convocó para el duelo ante Chile por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Qatar 2022. Tras aquel primer partido, Dibu se hizo amo y señor del arco argentino, convirtiéndose incluso en el arquero que más penales ha atajado en un partido oficial, superando a Sergio Goycochea, Carlos Roa y Sergio Romero quienes atajaron hasta dos remates desde los doce pasos. La Copa América 2021 fue su explosión y consolidación a nivel mundial, para luego también poder alzar por los aires de Wembley la Finalissima conseguida ante la campeona de la Eurocopa, Italia.
En continente asiático, más precisamente en Qatar y en un Mundial, Dibu siguió revalidando aquel juramento y objetivo. Siendo el guardián de los tres palos argentinos, volviendo a lucirse desde los doce pasos en la tanda de penales ante Países Bajos en cuartos y contra Francia en la final de la Copa del Mundo, aquel joven arquero que fue rechazado por River y Boca y que tuvo que irse al extranjero en busca de su sueño, será siempre uno de los responsables de que, cada vez que nos pongamos una camiseta de la Selección Argentina, haya tres estrellas arriba del escudo.
FUENTE: TYC SPORTS