El grupo libanés Hezbollah ha advertido que tomará represalias contra Israel, acusándolo de estar detrás de una serie de explosiones de dispositivos buscapersonas en Líbano y Siria, que causaron la muerte de al menos ocho personas y dejaron alrededor de 3.000 heridos, incluyendo combatientes y el enviado de Irán a Beirut.
Ziad Makary, ministro de Información del Líbano, condenó las detonaciones, calificándolas como una “agresión israelí”. Según Hezbollah, Israel recibirá “su justo castigo” por estos ataques, perpetrados en bastiones clave del grupo, como el sur del Líbano, los suburbios del sur de Beirut y el este del Valle de Bekaa.
El ejército israelí, que ha estado involucrado en enfrentamientos fronterizos con Hezbollah desde el inicio de la Guerra de Gaza en octubre pasado, se negó a emitir comentarios sobre las explosiones.
Firass Abiad, ministro de Salud del Líbano, confirmó que ocho personas fallecieron y 2.750 resultaron heridas, con 200 en estado grave. Hezbollah también informó que entre las víctimas se encuentran dos de sus combatientes y una niña.
“La mayor violación de seguridad”
Un alto funcionario de Hezbollah, que habló bajo condición de anonimato, describió las explosiones de los buscapersonas como “la mayor violación de seguridad” que el grupo ha enfrentado en casi un año de conflicto con Israel.
Por su parte, el grupo palestino Hamas, que libra una guerra en Gaza contra Israel, calificó las detonaciones como una “escalada” que solo conducirá a Israel “al fracaso y la derrota”.
Los combatientes de Hezbollah utilizan buscapersonas como medio de comunicación de baja tecnología, confiando en que estos dispositivos pueden evadir el rastreo de localización por parte de Israel. Reuters