Grave denuncia por xenofobia en la Copa Libertadores: Navarro rompió en llanto y apuntó contra Bobadilla


El duelo entre San Pablo y Talleres, disputado anoche en el estadio Morumbí por la Copa Libertadores, terminó envuelto en un fuerte escándalo. Más allá del resultado deportivo —triunfo 2-1 para el conjunto brasileño—, el foco se desplazó rápidamente a una grave denuncia por xenofobia que involucró al jugador venezolano Miguel Navarro y al mediocampista paraguayo Damián Bobadilla.

Todo ocurrió tras el segundo gol del equipo paulista, convertido por Luciano. En medio de la celebración, se desató un cruce verbal entre Navarro y Bobadilla. El lateral de Talleres acusó al jugador de San Pablo de haberle proferido insultos discriminatorios. Según relató el delantero Federico Girotti en diálogo con ESPN, Bobadilla le habría dicho a su compañero: “Venezolano muerto de hambre”, lo que desató el llanto desconsolado de Navarro, quien incluso evaluó abandonar el campo de juego.

Poco después del partido, el defensor de la T se dirigió a la Policía Militar presente en el estadio para radicar una denuncia formal. Cuando los agentes fueron al vestuario local en busca de Bobadilla, el jugador ya se había retirado. De acuerdo con las primeras versiones, se presentaría a declarar en las próximas horas, aunque el club San Pablo no emitió hasta el momento ningún comunicado oficial al respecto.

A través de sus redes sociales, Navarro se pronunció con firmeza sobre lo sucedido. “Nunca me avergonzaré de mis raíces. Iré hasta las últimas consecuencias frente al acto de xenofobia que viví hoy en Brasil a manos de Damián Bobadilla. En el fútbol no hay cabida para los discursos de odio”, escribió en un comunicado publicado en Instagram. Además, expresó: “Quisiera poder tener en mis manos la solución al hambre que vive mi país. Espero Dios me dé abundancia para poder ayudar. No creo que se pueda hacer mucho contra la pobreza mental”.

Desde Córdoba, Talleres emitió un comunicado oficial en el que manifestó su “más enérgico repudio al acto de xenofobia” y expresó su “solidaridad con Miguel y su familia en este difícil momento”. La institución agregó: “Como club, levantamos la voz contra cualquier forma de discriminación. No hay lugar para el odio en el fútbol”.

Este lamentable episodio se suma a un antecedente reciente en el mismo escenario: en 2024, los jugadores Guido Herrera y Lautaro Morales fueron demorados tras una agresión policial contra el arquero suplente, también en el Morumbí.