El presidente Javier Milei se prepara para dirigirse al país en una cadena nacional el próximo lunes, prometiendo un resumen económico del primer trimestre con resultados financieros positivos. Sin embargo, el punto álgido de su discurso probablemente será el anuncio sobre la inflación. Según fuentes gubernamentales, por primera vez en seis meses, el indicador podría alcanzar un solo dígito en abril, rondando aproximadamente el 7%.
Esta proyección contrasta con las cifras pronosticadas por algunas consultoras privadas, como la Fundación Libertad y Progreso, que esperaban una inflación cercana al 9,5%. Este optimismo del Gobierno se basa en una desaceleración de los aumentos de precios de alimentos, un factor crucial en la medición inflacionaria.
Sin embargo, la realidad económica plantea diferentes escenarios. Mientras el Ejecutivo celebra esta posible baja, consultoras como Econviews sugieren que los aumentos de tarifas y servicios podrían mantener la inflación más cerca del 10%. La consultora de Orlando Ferreres va más allá, pronosticando una inflación entre el 10% y el 11%, dependiendo de ciertos ajustes en las tarifas de gas y agua.
El contexto político también influye en esta situación. El gobierno de Milei, débil en su estructura y apoyo político, necesita mostrar resultados rápidos para mantener su legitimidad. Las encuestas indican que su principal activo político es la adhesión del 55% de la población, y mantener esta cifra es vital para su supervivencia en el poder.
No obstante, expertos como Domingo Cavallo advierten sobre una posible estabilización de la inflación en niveles del 6% al 7% mensual, cuestionando la capacidad del Gobierno para mantener esta tendencia a la baja. Cavallo sugiere que, aunque el Ejecutivo espera una continua disminución de la inflación, es más probable que se estabilice en niveles más altos de lo esperado, especialmente considerando la recomposición salarial y otros factores económicos. TN