Los pecados intergeneracionales no tienen que ver con la fe católica, afirma Mons. Martínez


Una reflexión por el día de los abuelos en la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, por la asunción del arzobispo de Buenos Aires, y una catequesis respecto a teorías de la “Nueva Era”, fueron los temas sobre los que dialogó con la Radio Tupambaé esta mañana Mons. Juan Rubén Martínez.

Con motivo de las fiestas patronales en Santa Ana, Mons. Martínez celebra hoy allí la misa a las 10 h. “Van de todas partes de la provincia a la capilla San Pantaleón también. Loreto es un Centro de Espiritualidad. El padre Javier Alegre es párroco ahí y acompaña esas comunidades. Es todo muy lindo y muy intenso a la vez”, expresó el obispo.

Recordó también que hoy la Iglesia celebra el día de los abuelos, e indicó que en la misa de hoy ellos estarán especialmente presente en el día de San Joaquín y Santa Ana. “El papa reflexionó este fin de semana porque el domingo fue como el día de los abuelos anticipando la fiesta de santa Ana y san Joaquín. Pero en una época de tanta exclusión, de tanto pragmatismo, muchas veces los abuelos quedan de lado, y no son valorizados en el maravilloso aporte que tienen de la sabiduría y de la experiencia de la vida que tanto lo necesita nuestro tiempo, asique hoy vamos a poner esa intención, especialmente a todos los abuelos que nos escuchan, y a todos los ancianos ponerlos en el corazón de nuestra oración, de nuestra liturgia, considerándolos como elemento esencial de la humanidad, es el aporte más experiencial que tiene la humanidad para poder dar”, señaló.

Por otra parte, el obispo de Posadas mencionó que estuvo presente el día 15 de julio en la misa de asunción de Jorge García Cuerva, el nuevo arzobispo de Buenos Aires. Destacó que “fue un momento de agradecimiento a Dios también por lo que significa que tengan un nuevo pastor, el significado del arzobispo en Buenos Aires que acompaña un poco también a la Iglesia en Argentina. Y la personalidad de Jorge García Cuerva, que es un hombre de mucho compromiso con la gente humilde, con los barrios. Yo de él sabía bastante porque él originalmente estudio y trabajó en la diócesis de San isidro, trabajó en la CABA muchos años con los pobres. Y creo que va a ser un signo fuerte de la opción preferencial por los pobres de la Iglesia en Argentina. El papa de alguna manera tiene estos gestos y estos nombramientos que ayuda a que el Evangelio esté en el caracú de la evangelización”.

A propósito del tema de la pobreza, Mons. Martínez expresó que “mucho surge del pecado del hombre: nosotros somos los causantes, con la avaricia, la soberbia, de la grieta, y es responsabilidad de nuestra libertad y de nuestras opciones, de nuestros criterios. Digo esto porque me gustaría que los que puedan consulten y miren la página web de la Radio Tupambaé. Hay ciertos sectores, muchos no católicos, pero también incluso se le da a algún católico de meterse y plantear ´los pecados intergeneracionales´. Vamos a explicar a la gente qué es esto: que hay que sanar los pecados de mis abuelos, de mis padres. Lo colocan con una responsabilidad que yo vivo sufriendo y estoy determinado de alguna manera por los pecados genealógicos. Esto es un disparate que no tiene nada que ver con la teología cristiana, católica. No tiene absolutamente nada que ver la sanación del árbol genealógico”.

El obispo explicó los fundamentos que el Catecismo de la Iglesia Católica (CATIC) tiene al respecto. “El CATIC absolutamente niega que seamos responsables nosotros de algún lío que pudieron haber cometido nuestros abuelos, no tenemos responsabilidad. El pecado implica siempre una responsabilidad personal. Hay un ejercicio de la libertad: yo soy el que opté para cometer un pecado, tengo que hacer una opción libre, eso es así, no es que yo cargo como una especia de ´karma´. Nosotros somos responsables de lo que hicimos. Muchas veces inclusive en nuestros pecados se diluye un poco porque por ahí no fuimos del todo responsables nosotros, porque fue una cosa casual que no la hicimos con responsabilidad. En el discernimiento de la confesión lo vemos, a veces hay situaciones que objetivamente son, pero subjetivamente no hubo una responsabilidad. Está la dimensión subjetiva del pecado que uno tiene que discernir. Pero todo es personal, yo no puedo cargar con la culpa de los pecados de mi árbol genealógico. Eso lo digo desde el Catecismo de la Iglesia Católica y desde el pensamiento de la teología cristiana general, porque también un luterano también piensa así porque es el pensamiento de Jesucristo”, subrayó el obispo sobre este tema.

“Todas esas teorías son teorías que no tienen nada que ver con el cristianismo, con la revelación de Jesucristo, claramente expresada en el Catecismo de la Iglesia Católica. Quiero desechar como obispo desde la diócesis, este tipo de pensamientos que el padre en el artículo también lo expresa. Creo que esto es muy importante porque hay algunos que andan con la sanación del árbol genealógico, los pecados intergeneracionales: mentira”, recalcó Mons. Martínez.