Francisco recibe un juego misionero innovador para prevenir la toxoplasmosis


El Papa  ha recibido un regalo poco convencional durante su reciente encuentro en el Vaticano. Se trata del Toxomemo, un juego diseñado para niños que no solo entretiene, sino que también educa sobre la prevención de la toxoplasmosis y otras enfermedades infecciosas.

Desarrollado como parte del proyecto “Toxomemo, aprendemos jugando”, esta iniciativa es fruto del esfuerzo conjunto de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCAMI, bajo la dirección del investigador adjunto de CONICET-UCAMI, Marcelo Rudzinski.

El encuentro para la entrega del juego tuvo lugar durante un viaje personal de Rudzinski y su familia a Italia. Aprovechando la ocasión, visitaron el Vaticano, donde Rudzinski presentó al Papa esta propuesta didáctica, nacida en Misiones. El principal objetivo del juego es difundir medidas higiénico-dietéticas efectivas para prevenir la toxoplasmosis. A través de la dinámica de emparejar cartas, se estimula el uso de la memoria mientras se transmiten conocimientos sobre salud.

El respaldo institucional para este proyecto es significativo. Además de la colaboración del Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia y el Consejo General de Educación, el Toxomemo cuenta con el apoyo financiero de la Fundación Bronislada Kruchowski de Szychowski y la empresa Amanda.

La Universidad Católica de Misiones (UCAMI) tiene como objetivo fundamental fomentar la conciencia desde las edades más tempranas, promoviendo hábitos saludables que puedan replicarse en los entornos cercanos. Este enfoque busca contribuir activamente a la prevención de enfermedades, formando parte de un esfuerzo colectivo por el bienestar común.