La reunión entre representantes del Gobierno nacional y el gremio de los controladores aéreos concluyó este martes sin avances, y la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa) ratificó el cronograma de paros que afectará a los vuelos durante el receso invernal.
Pese a los intentos de mediación por parte del Ministerio de Transporte, la negociación con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) no logró destrabar el conflicto que se arrastra desde hace semanas. El gremio confirmó diez jornadas de huelga escalonada, que comenzarán el próximo viernes 11 de julio y afectarán significativamente la operación aérea en todo el país.
Los paros están previstos para los días 11, 12, 13, 15, 18, 20, 24, 25, 27 y 30 de julio. Cada jornada de protesta se iniciará al mediodía, provocando cancelaciones y demoras en más del 50% de los vuelos programados, según estimaciones del sector.
El conflicto impacta de lleno en el turismo, justo en el período de mayor movimiento por las vacaciones de invierno, que se desarrollan entre el 7 y el 25 de julio, con fechas escalonadas según cada provincia. Desde el sector turístico advierten que las medidas de fuerza podrían generar graves perjuicios económicos en uno de los momentos clave del calendario para la actividad.
Las vacaciones escolares se organizan de la siguiente manera:
Del 7 al 18 de julio: Chubut, Córdoba, Entre Ríos, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Fe y Tucumán.
Del 14 al 25 de julio: Catamarca, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Del 21 de julio al 1 de agosto: Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco y Santiago del Estero.
Desde Atepsa argumentan que el plan de lucha tiene un componente “político”, por el momento elegido para llevarlo a cabo, mientras que desde el Gobierno insisten en la necesidad de mantener el diálogo abierto para evitar un colapso en el sistema aerocomercial. El ministro de Trabajo, Mauro González, participa activamente como mediador en las negociaciones.
En tanto, las aerolíneas recomendaron a los pasajeros revisar el estado de sus vuelos y mantenerse atentos a posibles reprogramaciones. En paralelo, cámaras del sector turístico manifestaron su “profunda preocupación” por el impacto negativo que los paros podrían tener sobre el movimiento interno, especialmente en destinos de alta demanda como la Patagonia, el norte argentino y los principales centros urbanos.
Una nueva reunión entre las partes fue convocada para este jueves, con la intervención de la Secretaría de Trabajo, en un último intento por destrabar el conflicto y minimizar los efectos sobre una de las temporadas más importantes para el turismo nacional.