En medio de un panorama económico desafiante, farmacias y corralones enfrentan una significativa disminución en sus ventas, evidenciando un contexto de contracción del consumo que impacta diversos sectores comerciales.
Según datos revelados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas de pymes sufrieron una retracción del 25,5% en febrero, acumulando un declive del 27% en el primer bimestre del año en comparación con el mismo período del año anterior. Este sombrío panorama se acentúa con descensos mensuales del 7,4%, señalando febrero como un mes especialmente desafiante para el comercio, con jornadas marcadas por la ausencia de transacciones.
El análisis por rubros muestra una tendencia generalizada de descenso, donde seis de los siete sectores evaluados presentaron reducciones en comparación con el año anterior. Las perfumerías encabezaron la lista de retracción con un alarmante 40,9%, seguidas de cerca por el sector farmacéutico, que sufrió una caída del 39% en sus ventas anuales a precios constantes.
La situación en los corralones, por su parte, refleja una disminución gradual en el consumo, exacerbada por el contexto económico post-asunción del nuevo gobierno encabezado por Javier Milei. El aumento significativo en la inflación y la depreciación del peso argentino han impactado directamente en los precios de los materiales de construcción, dejando a los consumidores con menos capacidad adquisitiva. La falta de ajuste salarial acorde a los índices inflacionarios agrava aún más la situación, generando un panorama poco alentador para este sector.
Luis Da Silva, responsable de un corralón, advierte que los precios de materiales como el cemento se han incrementado en un 30% desde el comienzo del año, mientras que la mano de obra también experimenta alzas. Esta situación desalienta a quienes estaban construyendo, resultando en una disminución en la demanda de materiales de construcción.
En el ámbito farmacéutico, la situación es igualmente preocupante. Vania Ilchuk, presidente del Colegio de Farmacéuticos, destaca que los medicamentos han experimentado aumentos abruptos, con subas que oscilan entre el 10% y el 60% dos veces al mes. Esta volatilidad en los precios ha impactado en el consumo, especialmente entre aquellos pacientes que carecen de cobertura social.
La disminución en las ventas se refleja en la elección de los consumidores, quienes optan por adquirir solo lo esencial y buscan alternativas más económicas, como medicamentos genéricos. Federico Brítez, responsable de farmacia, señala que los medicamentos para dolencias menores han experimentado una caída en las ventas, ya que los consumidores buscan alternativas caseras para aliviar sus síntomas.
La incertidumbre económica y los aumentos de precios han llevado a una contracción en el consumo, afectando significativamente a sectores clave como las farmacias y los corralones. En este contexto, la estabilidad en los precios sigue siendo un desafío, lo que agrava aún más la situación para los comercios minoristas y los consumidores. Con información de El Territorio (Por Tatiana Tangredi)